sábado, 18 de mayo de 2013

Relato + Mil gracias de corazón!

Hola hola mis tributillos!!
¿Cómo pasan la semana? Espero que bien.
Bueno, ayer vi la película de "Los juegos del hambre" en su décima octava vez jajajaja (Saben qué es mi peli favorita) y quise escribiros esto para no tener tan abandonado el blog.
Además, es un regalito por que...¿Saben qué? 
¡LLEGAMOS NADA MÁS NI NADA MENOS QUE A LAS 10000 VISITAS!
Estoy muy feliz tributos!!
Gracias a todos ustedes!!! En serio!!! estoy muy muy emocionada!
Si puedo, haré una entrada más tarde.
Por ultimo, Disfruten la lectura!!












                                      Relato: La cosecha...


Los recuerdos de mi pasado son nítidos.
No fue y nunca será gran cosa mi presencia en éste mundo.
Yo soy Mara, vivía en el Distrito 4.
Era una chica normal viviendo bajo las vigas del gran y glorioso Panem. Viviendo desgraciadamente bajo los mandatos del Capitolio.
¿Qué era lo que más me molestaba en verdad? ¿La forma en la qué el gobierno nos trataba cómo algo inferior? ¿La manera en que nos obligaban a matarnos entre nosotros? ¿Los juegos, en si?
No. Nunca le tuve miedo a los juegos. Nunca.
Pero, tenía una familia. Unos hermanos a quienes amaba.
Se me rompía el corazón con sólo pensar que alejarían a uno de ellos lejos. Lejos de mí.
Si alguna vez tuve enojo, nunca lo expresé.
Lo único que tengo presente de ese día era de que el cuerpo lo tenía rígido y frío. Adolorido por trabajar toda la noche en los botes y cargar redes y redes decepcionadamente vacías.
Entré en el dormitorio de mis hermanos. Aún no habían despertado, pero no los interrumpí.
Aprecié sus caras que eran tan angelicales a la luz del alba. Memoricé cada una de sus facciones, por que, para ser sincera, en éste día podría pasar cualquier cosa. Por que era el día de la cosecha.
Decidí no despertarlos, dejarlos dormir durante un rato más.
Bajé a la cocina y ahí me encontré con mi hermano mayor.
Él, aparte de mí, era el que trabajaba más para conseguir los pocos recursos que teníamos.
No eramos la familia más rica del Distrito 4. Teníamos que conformarnos con comer pescado crudo cuando no había otra opción. Aunque no eramos una excepción, la mayoría de nosotros no  la pasábamos así.
Observé con atención sus manos con heridas por hacer nudos toda la noche.
En sus ojos no se mostraba emoción alguna. Era lúgubre  y callado desde que habían muerto mis padres.
No siempre fue así. Él tenía una sonrisa que demostraba esperanza, que tan solo con verla, él te hacía saber que estaba contigo en todo, que confiaba en ti.
Nos saludamos con gestos de cabezas y empezamos a hacer el desayuno.
Yo saqué los cereales y granos de las teselas y me sentí absolutamente como si no fueran míos.
La tarde anterior había ido a pedir teselas con mi amiga Mery.
Ella solo me acompañó, claro, por que sus padres son dueños de la mitad de los botes pescadores. Y por consecuencia, ella no ha sabido lo que es pasar hambre de verdad.
Pero pasó algo que me tomó por sorpresa.
Cuando yo iba hacia el edificio de justicia, la vi parada en la entrada con unas menudas cajas de cartón.
-¿He llegado tarde?- dije por que parecía que ya llevaba rato esperándome.
-Claro que no, tengo una sorpresa para ti- dijo y me cogió la mano dulcemente, llevándome cerca de las cajas.
-No, Mery, tengo que ir antes a.....
-Calla- me cortó- observa.
Vi las cajas amontonadas. Conté 6 en total.
Mery con una sonrisa en los labios abrió una y me mostró su contenido.
Eran teselas.
-Mery...¿Cómo pudiste hacerlo?No...no las puedo aceptar ¿Sabes bien lo que estás haciendo?- balbuceé muy rápido. Ella volvió a cortarme con un ademan exasperante.
-Sé lo que son unas cuantas papeletas más, Mara, por eso te las quiero regalar a ti. Es gran la diferencia entre las 28 papeletas que tú tienes a las 6 que yo tendré. En serio, acéptalas. Hazlo por mi.
Me sonrió de una forma que nadie lo había echo en muchos años.
A regañadientes acepté.
-Está bien, pero te prometo que te las voy a pagar de alguna manera- dije dándole un abrazo.

Sacudí mi cabeza borrando totalmente los recuerdos del día anterior.
Sin ninguna palabra, el día avanzó rápido. Desayunamos, nos vestimos y arreglamos para la cosecha.
El silencio era espeso en la casa, al parecer, nadie quería hablar, y os entiendo. Quien va a decir una palabra si sabes que estas a un paso de encontrarte con la muerte misma...

Una campanada se oyó a lo lejos. Era hora de partir.

Caminé con mis hermanos pequeños agarrados de las manos.
Mientras nos dirigíamos a la plaza principal, observaba a cada uno de los chicos que caminaban junto a nosotros.
Todos, compañeros, algunos amigos o vecinos que bajo esa apariencia tranquila y seria, se ocultaba el pánico, el miedo, los latidos desenfrenantes de su corazón.
El sol estaba en lo alto y daba contra el suelo árido que desprendía a su vez ondas de calor.
Sentí un débil apretón en mi mano. Volteé a ver a mis hermanos que, al igual que todos, tenían rostro de preocupación.
A pesar de sentirme tan impotente contra el Capitolio y ésta opresión por la que nos hacía pasar, me permití caminar con petulancia y sonreír, sólo para que mis hermanos supieran que si yo no tenía miedo, ellos tampoco.
Surtió el efecto deseado, conseguí sacarles sonrisas a todos y relajaros un poco.
Aunque debo deciros, que dentro de mí, aún sentía esa opresión en mi pecho. Pero no fue digno de mencionar.
Nos separamos al llegar a la plaza. 
La tensión era palpable en los alrededores. Silencio. Nada más que silencio.
Ni los parloteos de la representante del Capitolio, ni la voz autoritaria del alcalde al dar el monótono discurso de todos los años, consiguieron luchar contra el silencio de todos los habitantes.
Estuve aturdida hasta el momento en que se acercaron a la urna de las chicas.
Vi la bola de cristal casi suplicante y presencié como una mano de introducía y sacaba una sola papeleta.
Como una loca, en silencio, empecé a desear que no fuera mi nombre, ni el de mis hermanos.
No por favor. No.
En cámara lenta y con suma paciencia la representante del Capitolio llegó al podio.
Entonces abrió la papeleta y leyó el nombre en voz alta.
Automáticamente, la mitad del cuerpo se me relajó.
No era mi nombre, ni el de mis hermanas.
Pero, algo en mi cerebro me lanzó una señal de advertencia que no detecté  hasta que volvieron a repetir el nombre.
-¡Mery Waters!
El infinito silencio que se apoderó de nuevo me hizo reaccionar.
Levanté la cabeza y fijé mi vista en Mery subiendo los escalones hacia el escenario.
La culpa me invadió por completo.
Tal vez, si Mery no hubiera tomado las teselas para mí, no habría salido. No habría salido.
Esta vez preferí haber salido yo que ella.
 ¡Esto no puede ser!
Pero aún me quedaba una opción. Y no podía desaprovecharla.
-¡Me presento voluntaria!  ¡Voluntaria como tributo!-grité a todo pulmón.
Todos me miraron y los que se encontraban en el escenario empezaron a hablar entre si cosas que no me tomé la molestia de escuchar. Asintieron y comenzaron a bajar a Mery del escenario y a mí a escoltarme para subir en el.
Cuando pasé al lado de mi mejor amiga, ella no resistió , empujó a los agentes de la paz y me abrazó.
-¡Por qué los has echo! ¡Tienes a tus hermanos, una familia!¿Estás loca , acaso?- dijo rápidamente mientras las lágrimas escurrían en su rostro.
-Te dije que te iba  a pagar esto  de alguna manera- conseguí decir tranquilamente, tragándome las gotas de agua salada que querían salir por mis ojos.
Mery iba a decirme algo más cuando los agentes de la paz nos separaron y me obligaron a subir al escenario.
-¿Cuál es tu nombre?- me preguntaron nada más subir.
-Mara... Mara Collins- dije en un susurro.
Mientras sacaban ahora el turno del barón, miré a la multitud y divisé a mi hermano.
Por primera vez su semblante era diferente. Por primera vez veía sentimiento alguno.
Dolor.
Dijeron el nombre del chico, el cual no escuché, pero vi a un menudo niño saliendo entre la gente.
Vi como mi hermano había dado un paso al frente.
Negué con la cabeza alarmada, no podía presentarse de voluntario, si yo no iba estar, él era el que iban a necesitar mis hermanos.
¿Acaso estaba mal de la cabeza?
Se quedó quieto al ver mi cara. Indeciso.
Bajé la cabeza y miré mis pies, esperando que no cambiara de opinión. Pero una voz salió entre las demás, cortándome los oídos como cuchillas:
-¡Me presento voluntario!
Horrorizada, mis ojos desorbitados volvieron a mi hermano.
Pero él seguía ahí, entonces ¿Quién habría sido?
Nadie estaba impactado. En el Distrito 4 hay profesionales, así que es común que haya voluntarios.
Seguía viendo a mi hermano cuando unas voces me hicieron voltear:
-¿Cómo te llamas?
-Lucas Gray.
Lucas Gray...me volví para mirarlo.
Era uno de los chicos con los que trabajábamos en el muelle.
Él también se volvió y nos dijeron que nos estrecháramos las manos.
Al instante en que su tibia mano tocó mi piel y sus ojos grises profundos me miraran, algo se removió en mi pecho. Mi corazón.
Me sonrió de manera fugaz. Y me pareció ver esa sonrisa antes.
La sonrisa que significa  "Puedes confiar en mí" "Estoy para ti"
Y así lo hice, hice más que confiar en Lucas Gray. Más que verlo como un simple amigo. Más que verlo como un compañero. Por que sus ojos y su gran sonrisa me hizo perderme del mundo al poner mi corazón palpitar.
Lastima que fui una tonta.
Por que en ese entonces, lo que no sabía, era que esos ojos eran lo último que iba a ver.
De la sonrisa que iba a ejecutar mi destino.
Que miraba a los ojos de mi propio verdugo.
Que me enamoré de la persona que me iba a quitar personalmente la vida...........






¿Qué os pareció? ¿Les gustó?

Les pido de favorsísimo que comenten!!        Vuestra opinión es muy muy importante!!

No pierdas el tiempo y comentarme que te pareció!!


¡Mil Gracias de corazón!

                                                                                                                                       Con Cariño
                                                                                                              Vuestra Escritora
                                                                                                                                  Meena







7 comentarios:

  1. Hayyyyyyyyyy Meena que lindo lo que has escrito me encantó *como todo lo que escribes es PERFECTO*

    Pobre de Mara =(

    cada día me entusiasmo mas leyendo este blog que es divino =)

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    1. Gracias Majo!!
      "Divino" aww muchísimas gracias por decir eso!
      :3
      Que bien que te encante como escribo y éste blog que siempre lo tengo abandonado :3 jajaja
      Mil besos :D

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    2. Uff Meena!! Cada día me sorprendes más!! Te ha salido perfecto, me encanta. YO <3 TUS RELATOS
      Me ha gustado mucho como has descrito a Mara y lo que sentía, es que te ha quedado tan ñasklfdj. Pero me da un poco de pena :( pero por todo lo demas maravilloso!!
      Me has dejado con las ganas de seguir leyendo la historia jaja
      Un besazo y enhorabuena por el precioso relato ^^

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    3. Jajaja Gracias Ines!
      Humm... de echo, esta historia la iba a hacer en un blog aparte, pero al final no me convenció tener dos blogs del mismo tema, y deseché la idea!
      Pero os traigo este relato para no quedarme todo guardado!!!
      Muchísimas Gracias por decir eso ines!
      Un besazo para ti!

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  2. Amo amo amo amo amo todos tus relatos!!!! , ya lei los de Katniss y el de Peeta y me encantaron y este no quedo atrás! De verdad me encanta como escribes, tienes mucho talento!, sigue asii!....por cierto tengo una duda, ya no subiras otra parte de este relato? Y tampoco seguiras cn los de peeta?.....si ya has mencionado algo sobre mis preguntas en la pagina, disculpa, pero no he visto nada jaja por eso te pregunto (:

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    1. Jajajaja Ah, los relatos de Peeta....Pienso seguir con ellos, lo quiero, pero por el momento se pone en duda ya que el colegio me ha quitado mucho tiempo, y si con esfuerzos consigo publicar en la historia original, se me va a costar mucho hacer otra. Aunque, lo mas seguro es que sí, si me organizo bien estas vacaciones.
      Con este relato, tienes razón, ya he comentado de que era una historia que tenía pensada, pero no la escribí. Aun así, me has dado en qué pensar sobre si escribirla o no :D
      Muchas gracias por decir eso! Gracias!
      Y por preguntar, me alegro de que se interesen por el blog y mis escritos :D
      Si tienes otra duda, decidmela ¿de acuerdo?
      Besos

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  3. que triste ....yo diria que demasiado.........
    igual me encanto!!!!!!!!:) :)

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