♥Hola hola Tributillos!^^♥
¿Se la pasan bien? :D
En realidad tengo prisas, así que no explicaré mucho en general.
Sólo espero que disfruten el capítulo, como vuestra escritora disfruta haciéndolos!! :3
Sumérjanse en la lectura, vívanla, ámenla y (lo más importante) comenten qué les pareció!
Ahora sí, es oficial, el pequeño Finn sale en este cap. ¡Por fin!
Ah, ¿saben que Sam Claflin se casó hace algunos días? Los tributos les deseamos que la suerte esté a favor de esta parejita tan mona.
Sin más preámbulos......¡Aquí está el Vigésimo primer capítulo! ¡Disfrútenlo!
^^♥
*Aish... me recuerda a Finnick y Annie n_n*
Capítulo 21- Finn
El sol me deslumbró cuando se abrió la puerta lentamente.
El cuarto era de color azul, como el cielo en un día despejado. El techo era blanco y había tres ventanas con contorno de tono crema. Las cortinas tenían bonitos garigoleados de diferentes formas.
Y en el centro...había una cuna.
Era chica, comparando con la gran habitación frente a nosotros. Annie fue la primera en acercarse, yo le seguí, un poco tímida. En ella estaba un bebé, del que sólo se podía ver su carita por culpa de las mantas que lo rodeaban. Él pateaba y manoteaba tratando de quitárselas. Miré de reojo a Annie, descubrí que sonreía de una forma en la que no había visto jamás en una persona.
Ella tomó con cuidado a su hijo y lo acunó en sus brazos con delicadeza. Éste abrió los ojos de par en par, lanzó unas carcajadas tiernas cuando su madre le sonrió, haciéndole cosquillas en el estomago.
-¿Tienes hambre, pequeño?-dijo ella entre risas. El bebé dejó de reír por toda respuesta. Annie asintió antes de empezar a revisar el mueble a la derecha de la cuna. Buscó minuciosamente pero al final suspiró y cerró el cajón sin nada en las manos.
-¿Peeta?- preguntó, todavía volteada.
-¿Si?- dijo Peeta, recargado en el marco de la puerta. Su voz me sorprendió un poco, casi olvidaba que estaba con nosotras.
-¿Me ayudarías a traer una caja de la comida del bebé aquí, a la habitación?- murmuró Annie, volviéndose - Yo no me la aguanto- suspiró.
-Claro- respondió..
-¿Katniss?- susurró entonces ella.
-¿Mmm?- fue todo lo que pude decir, atolondrada. Annie me dirigió una gran sonrisa.
-¿Podrías cargar al pequeño un momento?- me preguntó. Asentí con la cabeza, pero me empezaron a sudar las manos y las mejillas se me coloraron un poco. Se acercó a mí, para darme al pequeño Finn en brazos.
-Annie- dije nerviosa-, no puedo ¿Y si se me cae?- rió levemente junto con Peeta; negó con la cabeza y me sonrió dándome ánimos.
-Qué va. Estoy segura de qué eso no pasará- por fin estiró los brazos para que yo cogiera al bebé.
Torpemente, empecé a acunarlo. Se le habían cerrado los ojos. Me temblaban los brazos, aun así lo sostuve firmemente.
-Ya está- dijo Annie-. No te preocupes; no tardaremos- asintió y salió de la habitación con Peeta a lado.
Me quedé sola; miraba la entrada como si no fueran a volver nunca.
Apenas di un paso y el pequeño abrió los ojos de golpe. Me miró, escudriñando mis rasgos. Me congelé sin mover ni un solo músculo ni desviar la mirada de sus ojitos verdes.
-Bueno, entiendo que me mires así- reí al sostener la mirada de recelo del pequeño-, no me conoces...lo entiendo.- seguí murmurando, sin razón alguna-.Soy Katniss- me presenté ante él con una sonrisa.
-Ma...-farfulló el bebé.
-Sí, soy amiga de tu mamá- dije.-Y de tú papá- agregué, con un toque de nostalgia. Suspiré.-Te pareces tanto a él, con esos esos cabellitos color bronce, y esos ojazos verdes; aunque debo admitir que tus ojos se parecen más a los de Annie. En serio, ¿tu mamá no ha considerado ponerte Finnick Jr?- le pasé la mano por los cabellos, él comenzó a reír. Me volvió a mirar, pero esta vez con confianza y curiosidad.
-¿Todavía no tienes nombre?- le pregunté,aunque sabía que no me contestaría. Sin embargo, se puso serio y apretó sus minúsculos labios.
-Creo que eso es un no- le sonreí. Me devolvió el gesto, abriendo su boquita sin dientes.- Por lo mientras, serás el pequeño Finn, ¿te parece?- le toqué la nariz con la punta del dedo, la arrugó instantáneamente, haciendo una mueca divertida. Reí y él me coreó. Nos quedamos en silencio y viéndonos a los ojos de nuevo. Me perdí en sus ojos oscuros, de un verde que se me hizo parecido al bosque o la jungla. En esos ojos pude apreciar a Finnick, y todos los momentos con él salieron a flote en mi mente. No pude evitar echarlo de menos; una lágrima iba a estar a punto de bajar por mi mejilla cuando una voz llegó del corredor.
-Es muy tierno ¿verdad?
Me volví; pasé del verde al azul al mirar los ojos de Peeta. Estaba recargado en el marco de la puerta, bastante cómodo como para haber llegado en ese instante.
-Sí- contesté.-Bastante- él se acercó y se situó frente mío. En ese momento, el pequeñín levantó la vista y comenzó a estirar sus manitas, emocionado, buscando a Peeta.
-Pit. pit- balbuceaba, casi suplicante. Peeta sonrió.
-¿"Pit"?¿Sabe decir tu nombre?- le pregunté.
-Más o menos- murmuró él. El pequeño Finn lanzó un puchero al ver que Peeta no lo cargaba.- Ten- dije al pasárselo- . Parece que prefiere estar más contigo- sonreí.
Él lo cogió en brazos sin ninguna vacilación. Le sonrió y lo estrechó contra si. El bebé no podría estar más feliz.
Peeta comenzó a jugar con él. Yo me fui alejando, poco a poco, hasta que llegué al pasillo. Di la espalda a la habitación y observé el largo corredor. Curveé los labios un poco al descubrir al fondo la puerta de cristal que llevaba al balcón. Mi vista se paseó por la pared, se detuvo en el único marco que colgaba de ella.
Era una foto. En donde se representaba la imagen de Finnick y Annie, en su boda.
Acaricié los bordes suavemente; parecía que habían pasado mil años desde ese suceso. Annie había usado uno de mis vestidos de boda que diseñó Cinna; la tarta fue decorada por Peeta; en el Distrito 13 bailamos los de mi distrito para animar la fiesta, y yo me esforcé para parecer feliz ante las cámaras. Y a pesar de que esos momentos de guerra no los quisiera volver a rememorar, y en ese entonces todo lo que pasaba me aplastaba por dentro, realmente me sentía feliz por Finnick y Annie. Se notaba fácilmente que estaban locos el uno por el otro, cómo él la miraba....., cómo nunca soltó su mano, ni una sola vez, a partir de aquella vez.....
Era amor. Puro y hermoso. Ése que necesita el mundo para los tiempos de tempestad. Porque el amor te da esperanza cuando ya no hay nada en qué creer....
-Fue un día muy especial ¿no?- susurró Annie; pegué un brinco, asustada. Ni siquiera la había oído llegar.
-Annie...- dije, volteándome de golpe- me asustaste- farfullé.
-Lo siento- esbozó una leve sonrisa, pero se desvaneció al ver la foto allí colgada. El silencio se apoderó del ambiente.
-No hay día que no lo eche de menos- habló a media voz- Aveces me preguntó cómo sería tenerlo todavía a mi lado. Extraño su risa, sus bromas....todo.
Le dediqué una mirada y una media sonrisa, aunque yo también pensaba en mi amigo Finn. Suspiró.
-Me siento igual que tú- confesé, ella me miró-.Por Prim- aclaré- Pero es mejor seguir adelante, prometernos seguir bien, por ellos. No creo que a Finnick le haya gustado verte así- reflexioné.
-¿Sabes?- dijo- En mi hijo lo veo, es como si lo estuviera viendo a él. Me recuerda mucho a él. Y por eso y más, amo a mi bebé. Él hace que no me sienta tan sola y desdichada- sonrió.
-Sí- concordé-. Debería ponerle Finnick Jr- me reí.
-Finnick Jr....- rió - Mmm.... lo pensaré ¿de acuerdo?
Como algo instintivo abrí los brazos y me acerqué a ella; sonrió, también me abrazó cuando chocamos.
Juntas, nos volvimos al cuarto de Finn. Peeta seguía cargándolo, meciéndolo con ternura.
-¿Desde cuando le hace tan bien de niñero?- sonreí, burlona.
Annie negó con la cabeza.
-Es innato en él- me dijo- El pequeño le quiere mucho, ¡Ya hasta sabe decir su nombre!- soltó unas cuantas carcajadas.
-Sí, me he dado cuenta hace rato- dije yo, imitándola.
-Eres muy afortunada- susurró de pronto, ya no reía, solo sonreía. La miré, un tanto extrañada por su comentario- Es una persona realmente maravillosa- continuó diciendo, observando a Peeta.
-Lo sé- suspiré. Una sonrisa tonta se me formó en los labios- Lo quiero tanto...- le confié sin darme cuenta. Abrí mucho los ojos al reconocer mi error y me mordí el labio.
-Espero que nunca olvides eso- Annie me dedicó su última sonrisa antes de adentrarse en el cuarto.
<<No lo haré>> le prometí en voz baja.
Aquella tarde salimos un rato a la ribera para disfrutar del agua fresca proveniente del mar.
Estaba sentada, muy cerca de la orilla, observando a Peeta y Annie jugar con el pequeño Finn en el agua. Sonreía cuando el bebé lanzaba una adorables carcajadas al salpicarse con las olas, y hacía pucheros cuando lo sacaban.
Al principio no me animé a entrar; me quedé contemplando el lento trayecto del sol en camino al poniente, respiraba profundo y enterraba mis pies en la arena, bebiendo al máximo del la sensación de tranquilidad . Decidí acompañarlos cuando la claridad empezaba ralear. Empecé a quitarme la fina playera que traía puesta, dejando al descubierto un bonito bañador azul; doblé mi ropa, la dejé cerca de las cosas de los demás y dirigí mis pasos al gran océano. Annie me sorprendió caminado hacía mí cuando me volví.
-¿Te vas a salir ya?- le pregunté.
-El pequeño tiene frío. Está cansado- Finnick Jr corroboró con las palabras de su madre al bostezar tiernamente. Asentí.
Vi a Peeta a lo lejos. Sonreí y corrí a su encuentro. El agua me rodeó las piernas al entrar en ella; era tan clara que podía ver mis pies sobre la blanca arena.
-Hola- me sonrió nada más llegar.-¿Qué te pasó en toda la tarde?- arqueó una ceja.
-Estaba pensando- dije al recostarme el agua, cerrando los ojos mientras flotaba.
-¿En qué?- inquirió Peeta. Tardé unos segundos en contestar. Me incorporé y lo miré.
-En todo lo que paso..., en Finnick- murmuré, perdida en el horizonte.
-¿Por qué?- me preguntó a su vez. Solté un suspiro.
-Peeta...¿Crees que Finnick hubiera ido con nosotros al capitolio si hubiera sabido lo de Annie...?- ahora él se tomó su tiempo en contestar.
-Yo creo que sí- dijo finalmente, le eché una mirada extrañada-. No creo que hubiera querido que su hijo naciera en un entorno como en el que vivimos antaño. Te imaginas, hijo de dos vencedores...., un espectáculo grande sería si el pequeño saliera elegido en la cosecha..., iban a decir tan sólo que la suerte no estuvo a su favor. Para mí, no sería muy agradable ver a mi hijo ir a los juegos...- reflexionó mirando a Annie y su hijo sentados en la orilla. Se estremeció por culpa de un escalofrío al mencionar "juegos".
-Tienes razón- concordé con él, pensando que yo ya había llegado a la misma solución hace algún tiempo, aunque no se trataba ni de Finnick ni de Annie, si no...de mí y Peeta. Recordé cuándo el presidente Snow ya había planeado mi futuro con él....
El silencio nos envolvió como el gran océano a nuestro al rededor.
Una salpicada de agua me devolvió a la realidad.
-Esto es por todas las bromas que me hiciste en el día- se vengó Peeta. El ambiente de tensión se desvaneció con la brisa.
-¿Ah si?- dije, fingiendo indignación-. Yo no soy la que coquetea con las hijas de los panaderos- reí, devolviéndole la salpicada. Peeta puso los ojos en blanco.
- Ahí vas con lo mismo.....- suspiró exasperado.
-Calla y toma agua salada- lo bañé por completo de nuevo, riéndome.
Comenzó una guerra de agua; la espuma se arremolinaba a nuestro lado por agitarla tanto dando manotadas. Corrimos, con dificultad saltando las olas. Hubo un momento en el que me zambullí debajo de el agua, nadando hacía Peeta. Lo tomé de los pies y él dio un brinco.
-¡No!¡Katniss, no lo hagas!no se me da bien nad....- tiré de él, arrastrándolo conmigo a las profundidades. Nuestras caras se encontraron bajo el agua, le miré esbozando una sonrisa sin separar los labios. Su cara era de pasmado. Pataleó hasta llegar a la superficie, fui en pos de él.
-¡Estás loca!- me apremió, nervioso-. ¡Me podría ahogar aquí!
-Tranquilo, yo te sostendré- me sentía un poco apenada por el remordimiento-. Necesito que me ayudes- le pedí.
-Creo que sabes que no sé nadar muy bien- me dijo, ruborizándose.
-Sólo flota y patalea- le ordené. Nadamos juntos en dirección a la orilla.
-Esto es raro. La chica sosteniendo al chico, debería ser al revés ¿no?- me sonrió. Su melodiosa risa rompió el sonido de las olas-. Sí qué es embarazoso.
-No seas tonto- le dije riendo- ¿Desde cuándo eso se aplica con nosotros?¿Has olvidado quién cuido a quién en los juegos?- me burlé.
-Nos cuidamos mutuamente- sonrió. Asentí, apretando un poco su cuerpo con el mío.
Al llegar cerca de la playa mis brazos, envueltos en su torso, se negaban a abandonar la hermosa sensación de tener cerca el calor usual de Peeta. Se soltaron por fin de él, aunque a regañadientes. Vimos que Annie nos hacía señas, indicando que nos fuéramos a reunir con ella.
-Es hora de regresar- murmuró. De reojo vi que miraba al pequeño Finn.
-Hey, vas a ser un buen padre, Mellark- dije mientras caminábamos.
-¿En serio?- preguntó sarcástico.
-Annie ha dicho que es innato en ti- asentí-. Además de confiarme que teme que su hijo te quiera más a ti que a ella.- ironicé.
-¿Ella dijo eso?....,Ajá, eres una mala mentirosa, Katniss Everdeen- me dio una palmadita en el hombro.
-¿Queréis ser padre algún día, Peeta?- solté sin pensarlo, pero le quité un poco de importancia al reír y salpicarle de agua. Él rió y me devolvió la salpicada. En ese instante pisé una minúscula roca enterrada en la arena. Lancé un quejido y levanté el pie,y cómo mi suerte no podía ser menos, llegó una ola que me hizo perder el equilibrio. Era de esperar que Peeta ya estaba allí para atraparme antes de caer.
-Lo siento- me disculpé. Pero una parte de mí estaba agradecida y emocionada de estar otra vez cerca de él, envuelta en sus brazos. El corazón casi se me salió del pecho cuando levante la vista a sus ojos-.Últimamente soy más torpe de lo normal.- iba a reír, pero la mirada intensa de Peeta me hipnotizó.
- Y tú- indagó- ¿Alguna día queréis ser madre?- me preguntó con una sonrisa que me cortó la respiración.
Lo había dicho en broma. Pero no pude evitar que su pregunta me persiguiera lo que restó del día. Me interrogaba a mi misma, sin embargo no contestaba por el miedo a la respuesta. Sólo hasta que concilié el sueño en la madrugada fue cuando sus palabras dejaron de revolotear en mi cabeza.......
*O no se ven muy monos* Awss! n_n
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¿Qué les pareció? ¿Les gustó?♥
*Díganme que sí n.n*
No perdáis más el tiempo y cuéntame que te pareció....
Con Cariño♥
Vuestra Escritora♥
Meena♥
¡Que la suerte esté siempre a su favor, tributos!
Besos & Abrazos...♥
-Finnick Jr....- rió - Mmm.... lo pensaré ¿de acuerdo?
Como algo instintivo abrí los brazos y me acerqué a ella; sonrió, también me abrazó cuando chocamos.
Juntas, nos volvimos al cuarto de Finn. Peeta seguía cargándolo, meciéndolo con ternura.
-¿Desde cuando le hace tan bien de niñero?- sonreí, burlona.
Annie negó con la cabeza.
-Es innato en él- me dijo- El pequeño le quiere mucho, ¡Ya hasta sabe decir su nombre!- soltó unas cuantas carcajadas.
-Sí, me he dado cuenta hace rato- dije yo, imitándola.
-Eres muy afortunada- susurró de pronto, ya no reía, solo sonreía. La miré, un tanto extrañada por su comentario- Es una persona realmente maravillosa- continuó diciendo, observando a Peeta.
-Lo sé- suspiré. Una sonrisa tonta se me formó en los labios- Lo quiero tanto...- le confié sin darme cuenta. Abrí mucho los ojos al reconocer mi error y me mordí el labio.
-Espero que nunca olvides eso- Annie me dedicó su última sonrisa antes de adentrarse en el cuarto.
<<No lo haré>> le prometí en voz baja.
Aquella tarde salimos un rato a la ribera para disfrutar del agua fresca proveniente del mar.
Estaba sentada, muy cerca de la orilla, observando a Peeta y Annie jugar con el pequeño Finn en el agua. Sonreía cuando el bebé lanzaba una adorables carcajadas al salpicarse con las olas, y hacía pucheros cuando lo sacaban.
Al principio no me animé a entrar; me quedé contemplando el lento trayecto del sol en camino al poniente, respiraba profundo y enterraba mis pies en la arena, bebiendo al máximo del la sensación de tranquilidad . Decidí acompañarlos cuando la claridad empezaba ralear. Empecé a quitarme la fina playera que traía puesta, dejando al descubierto un bonito bañador azul; doblé mi ropa, la dejé cerca de las cosas de los demás y dirigí mis pasos al gran océano. Annie me sorprendió caminado hacía mí cuando me volví.
-¿Te vas a salir ya?- le pregunté.
-El pequeño tiene frío. Está cansado- Finnick Jr corroboró con las palabras de su madre al bostezar tiernamente. Asentí.
Vi a Peeta a lo lejos. Sonreí y corrí a su encuentro. El agua me rodeó las piernas al entrar en ella; era tan clara que podía ver mis pies sobre la blanca arena.
-Hola- me sonrió nada más llegar.-¿Qué te pasó en toda la tarde?- arqueó una ceja.
-Estaba pensando- dije al recostarme el agua, cerrando los ojos mientras flotaba.
-¿En qué?- inquirió Peeta. Tardé unos segundos en contestar. Me incorporé y lo miré.
-En todo lo que paso..., en Finnick- murmuré, perdida en el horizonte.
-¿Por qué?- me preguntó a su vez. Solté un suspiro.
-Peeta...¿Crees que Finnick hubiera ido con nosotros al capitolio si hubiera sabido lo de Annie...?- ahora él se tomó su tiempo en contestar.
-Yo creo que sí- dijo finalmente, le eché una mirada extrañada-. No creo que hubiera querido que su hijo naciera en un entorno como en el que vivimos antaño. Te imaginas, hijo de dos vencedores...., un espectáculo grande sería si el pequeño saliera elegido en la cosecha..., iban a decir tan sólo que la suerte no estuvo a su favor. Para mí, no sería muy agradable ver a mi hijo ir a los juegos...- reflexionó mirando a Annie y su hijo sentados en la orilla. Se estremeció por culpa de un escalofrío al mencionar "juegos".
-Tienes razón- concordé con él, pensando que yo ya había llegado a la misma solución hace algún tiempo, aunque no se trataba ni de Finnick ni de Annie, si no...de mí y Peeta. Recordé cuándo el presidente Snow ya había planeado mi futuro con él....
El silencio nos envolvió como el gran océano a nuestro al rededor.
Una salpicada de agua me devolvió a la realidad.
-Esto es por todas las bromas que me hiciste en el día- se vengó Peeta. El ambiente de tensión se desvaneció con la brisa.
-¿Ah si?- dije, fingiendo indignación-. Yo no soy la que coquetea con las hijas de los panaderos- reí, devolviéndole la salpicada. Peeta puso los ojos en blanco.
- Ahí vas con lo mismo.....- suspiró exasperado.
-Calla y toma agua salada- lo bañé por completo de nuevo, riéndome.
Comenzó una guerra de agua; la espuma se arremolinaba a nuestro lado por agitarla tanto dando manotadas. Corrimos, con dificultad saltando las olas. Hubo un momento en el que me zambullí debajo de el agua, nadando hacía Peeta. Lo tomé de los pies y él dio un brinco.
-¡No!¡Katniss, no lo hagas!no se me da bien nad....- tiré de él, arrastrándolo conmigo a las profundidades. Nuestras caras se encontraron bajo el agua, le miré esbozando una sonrisa sin separar los labios. Su cara era de pasmado. Pataleó hasta llegar a la superficie, fui en pos de él.
-¡Estás loca!- me apremió, nervioso-. ¡Me podría ahogar aquí!
-Tranquilo, yo te sostendré- me sentía un poco apenada por el remordimiento-. Necesito que me ayudes- le pedí.
-Creo que sabes que no sé nadar muy bien- me dijo, ruborizándose.
-Sólo flota y patalea- le ordené. Nadamos juntos en dirección a la orilla.
-Esto es raro. La chica sosteniendo al chico, debería ser al revés ¿no?- me sonrió. Su melodiosa risa rompió el sonido de las olas-. Sí qué es embarazoso.
-No seas tonto- le dije riendo- ¿Desde cuándo eso se aplica con nosotros?¿Has olvidado quién cuido a quién en los juegos?- me burlé.
-Nos cuidamos mutuamente- sonrió. Asentí, apretando un poco su cuerpo con el mío.
Al llegar cerca de la playa mis brazos, envueltos en su torso, se negaban a abandonar la hermosa sensación de tener cerca el calor usual de Peeta. Se soltaron por fin de él, aunque a regañadientes. Vimos que Annie nos hacía señas, indicando que nos fuéramos a reunir con ella.
-Es hora de regresar- murmuró. De reojo vi que miraba al pequeño Finn.
-Hey, vas a ser un buen padre, Mellark- dije mientras caminábamos.
-¿En serio?- preguntó sarcástico.
-Annie ha dicho que es innato en ti- asentí-. Además de confiarme que teme que su hijo te quiera más a ti que a ella.- ironicé.
-¿Ella dijo eso?....,Ajá, eres una mala mentirosa, Katniss Everdeen- me dio una palmadita en el hombro.
-¿Queréis ser padre algún día, Peeta?- solté sin pensarlo, pero le quité un poco de importancia al reír y salpicarle de agua. Él rió y me devolvió la salpicada. En ese instante pisé una minúscula roca enterrada en la arena. Lancé un quejido y levanté el pie,y cómo mi suerte no podía ser menos, llegó una ola que me hizo perder el equilibrio. Era de esperar que Peeta ya estaba allí para atraparme antes de caer.
-Lo siento- me disculpé. Pero una parte de mí estaba agradecida y emocionada de estar otra vez cerca de él, envuelta en sus brazos. El corazón casi se me salió del pecho cuando levante la vista a sus ojos-.Últimamente soy más torpe de lo normal.- iba a reír, pero la mirada intensa de Peeta me hipnotizó.
- Y tú- indagó- ¿Alguna día queréis ser madre?- me preguntó con una sonrisa que me cortó la respiración.
Lo había dicho en broma. Pero no pude evitar que su pregunta me persiguiera lo que restó del día. Me interrogaba a mi misma, sin embargo no contestaba por el miedo a la respuesta. Sólo hasta que concilié el sueño en la madrugada fue cuando sus palabras dejaron de revolotear en mi cabeza.......
*O no se ven muy monos* Awss! n_n
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¿Qué les pareció? ¿Les gustó?♥
*Díganme que sí n.n*
No perdáis más el tiempo y cuéntame que te pareció....
Con Cariño♥
Vuestra Escritora♥
Meena♥
¡Que la suerte esté siempre a su favor, tributos!
Besos & Abrazos...♥
Awww mas tieerno este capitulo <3 Lo ame! Para mi Katniss siempre quiso ser madre pero le daba miedo el tema de que tengan que ir a los juegos, pero como ya no hay juegos PUEDE SER MADRE TRANQUILAMENTE, y seguro seria una genial mama.. Y CON PEETA DE ESPOSO Y PADRE DE SUS HIJOS! Esos chicos tendrian muchisima suerte.. La suerte estaria de su lado
ResponderEliminarJaja si, muy tierno :33
EliminarPf! Tal vez Kat muy muy en su interiror quiere serlo :)
Gracias por comentar <3
Besos
Meena como cada capitulo, wakdfhklsflsa me encantó
ResponderEliminaramo al pequeño Finn, gracias por este bello capitulo
tu fan Nº1 está presente ;)
Peeta es de lo mas lindo, y tierno, y Katniss tambien
Gracias again
saludos desde el fin del mundo <3
Jajajaja waksrbdksh con cada capítulo ¡Gracias Majo!
EliminarSi si, el pequeñito Finn es la cosa más adorable! :3
No me des las gracias...gracias a ti por comentar y seguir la historia!!
Muchos besos para ti *Fan N° 1*!
AAAWWW! Meena sin habla!!!
ResponderEliminarEs que me encanta cada capitulo tuyo, cada vez me enamoro más de tu historia. Este capitulo ha sido muuy tierno y maravilloso y ¿Peeta? ñalskdfjalñsdjkf.
Y me ha gustado mucho que saliera ya el pequeño Finn <3!!!
En conclusión PERFECTO!! *_*
Ya espero el siguiente capiiii *_^
Un besazooo para la maravillosa escritora ^^
P.D: te he nominado a un premio en mi blog, pasate cuando puedas!!!
P.D2: perdon por no subir noticias estas semanas que no pude, a partir de ahora espero subir dos entradas semanales :) si te parece bien!
De nuevo un besooo
Inés!
Eliminar¿Peeta? Él siempre ha sido maravilloso :3
Aish...
Gracias por enamorarte de mi historia, y por comentar <3
PD: Pff! Eso de los premios me trae loca. Apenas acabé de contestar a todo los que me nominaron y se me acumulan más Jajaja Pero prometo que me pasaré y los haré!
PD2: Yo quiero capítulo!! Pero me alegra saber que has vuelto! Se te extrañó!
Muchos besos
no no me gusto el cap lo AME aish me encanto y katniss si qiere ser mama por q Peeta si qiere ser padre jiji no seeia lindo ??
ResponderEliminarel capi como siempre es simplemente perfecto
eres grandiosa con la scritura nunca lo dejes
love
rubi
Jajaja yo Ame tu comentario, Rubi!
EliminarPff... Ese epílogo de Sinsajo no fue tan largo como hubiera querido*aunque si fue perfecto* :)
Gracias! Y es que hace un año me había parecido broma imaginarme escribiendo una historia....y menos que alguien me dijera que era buena! Gracias ,de verdad!
Besos
Has escrito algo tan... ajkdhfdjhfj bonito! Me ha encantado, me quedo sin palabras. Un palcer leerlo, espero tu próxima entrada. Un beso enorme :)
ResponderEliminarJaja Gracias a ti por leerlo!
EliminarEs un placer hacerlo ;)
Bueno, te esperaré en la próxima entrada.
Un besazo enorme <3
Me encanta tu historiaaaaa(: pero… no entendi el ultimo párrafo :(
ResponderEliminargenial como siempre!!
ResponderEliminarJeje a sido simplemente GENIAL amoooo la historia si quereis leer mi historia es: http://losjuegosdelhambrecontinuancenizas.blogspot.com/
ResponderEliminarComo alguna vez dijo effie maravilloso y di si katniss
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