Capítulo 47 ♥ (¡¡POR FIN!!)

Hola, mis queridos lectores enojados.♥

Ya no hagáis pucheros, que aquí está el capítulo prometido!

Lo sé, lo sé, si yo estuviera en su lugar, igual hubiera querido ir a la casa de la escritora y amenazarla de muerte. Pero bueno, me tocó ser la amenazada y no la que amenaza. Antes de todo, tengo que recordarles que el siguiente capítulo (el 48) será el último de esta historia. Pero, a parte de ése, llevo algún tiempo considerando también hacer un epílogo ¿qué dicen? ¿sí quieren que lo haga? El caso es que sólo quedan un par de entradas dedicadas a esta historia que inició todo y me estoy poniendo un poco nostálgica porque no quiero que acabe, y al mismo tiempo lo deseo para cerrar este libro del cual ya llevo mucho tiempo leyendo e iniciar otros que desde cuando les estoy echando el ojo. (Ajá, Es una metáfora de las historias nuevas que tengo en mente jaja)

Volviendo a este capítulo, al principio he estado insegura de publicarlo, porque hace tanto que no escribo que siento (y temo) que haya perdido el "toque", pero hace mucho que les debo este capítulo que no los voy a dejar que sigan esperando.

No se imaginan la de veces que he escrito y reescrito  lo que leerán a continuación en el cap, más porque en una escena especial que es la de los votos (ya la verán en algún momento) escribí miles y miles de discursos para los dos y ninguno parecía gustarme! Le agregué y le quité y espero que les guste el resultado.   ;)

Ya sé que hace mucho que no respondo a los comentarios, pero en este capítulo tomaré de nuevo la costumbre, asi que dejen su opinión abajo y a lo mejor charlamos sobre algunos puntos específicos del cap.

No escribiré más aquí para ya no entreteneros.

Disfruten la lectura. Y espero que les guste.♥

Capítulo 47- El gran momento.

"Mantente con vida"

Al parecer, seguir el consejo de Haymitch iba a ser más complicado de lo que creía.
Cuando crucé el umbral de la sala, sentí que toda mi confianza se venía abajo.
Es obvio que todos voltean a ver a la novia cuando hace su entrada inicial, pero yo simplemente odiaba que todas las miradas se posaran en mí, vigilando cada paso que doy, cada movimiento que hago o expresión que pongo.
Así que la primera parte de un recorrido muy largo me la pasé viendo mis pies, vigilando que no fueran a dar un tropiezo inesperado.
Sentía a las emociones hacerse un nudo en mi estómago, y me pregunté: ¿Qué rayos le había pasado a esa tranquilidad que no hace más de 5 minutos me rodeaba? Parecía que nunca había logrado calmar mis nervios por unos segundos.
Sentí una punzada de nostalgia sobre lo que era sentirse libre de toda preocupación o nerviosismo y me tuve que repetir a mi misma que esto, dentro de poco, acabaría.
De momento, una satisfacción me invadió por completo, ya que había encontrado la respuesta de por qué al entrar en el edificio no aparecía ningún indicio del ataque que me estaba dando ahorita.
Fue Peeta. Sólo cuando lo vi en el patio trasero del edificio, bromeando y sonriéndome, hizo que se me olvidara todo por un momento.
Eso era.
Entonces logré levantar la vista. Y allí estaba mi prometido, con una gran sonrisa coronando su cara.

En cuanto vio que clavé mis ojos en los suyos, río con disimulo, alzando una ceja con interrogativa. Sonreí, aún recordando las palabras que nos dijimos antes de despedirnos.
Por fin llegamos al altar, y esa música horrible que es tradicional en una boda dejó de sonar para alegría de mis oídos. Haymitch, con una mirada significativa, extendió mi mano hacia Peeta, quien no dudó ni un segundo en tomarla y arrastrarme hacia él.
Ambos miramos al frente, escuchando palabras que entraban y salían con la misma rapidez por nuestros oídos.
Ya estando cerca, sin mover los labios, Peeta susurró:
-Tanto tiempo sin verte, Katniss, de hecho, pienso que hace tanto que no te veo que me pareces más hermosa de lo que recordaba.
-¿De verdad piensas que 10 minutos es mucho tiempo?- murmuré, sin despegar mucho los labios y sin desviar la vista del frente.
Escuché cómo Peeta reía por lo bajo.
-Linda, sin ti a mi lado, cada segundo es eterno.
Me tomé la molestia de ver sus ojos al decirme eso; di un ligero apretón a su mano y entrelacé más mis dedos con los suyos.
La ceremonia siguió su curso, hasta llegar a la parte de los votos y los anillos.
Le cedieron la palabra a Peeta, el era el primero de nosotros dos en tener que hablar y creo que nadie puso objeción cuando Effie propuso esa sugerencia.
Annie se acerca con los anillos puestos en un cojín. Los observo detenidamente. Sé por Annie que los anillos tienen una inscripción grabada, o más bien, una palabra.
El que Peeta me va a dar a mi dice: Siempre. Porque es la promesa que él me hizo a mí.
Y el que yo le daré a él dirá: Real. Porque, igual que antes, es la promesa que le hice yo a él.




Puedo ver que está nervioso, lo noto sin necesidad de esforzarme.
Lo curioso es que Peeta no demuestra que en realidad está por desmayarse.....bueno, tal vez esté exagerando. (Creo que soy yo la que está a punto de hacerlo y no él)
Cuando estira el brazo para tomar el anillo se le va tan seguro, tan confiado.....
Aunque sé que es una fachada, ya que Peeta puede ser un muy buen actor, lo digo por experiencia. Los muchos años que ya llevamos viviendo juntos hicieron que me aprendiera sus manías tanto como las mías propias.
La primera característica que detona nerviosismo en Peeta es su sonrisa. No es una completa, es una media sonrisa que parece reluciente, aparentemente. La segunda serían sus manos, porque mientras sostiene delicadamente el pequeño círculo de oro con la mano derecha, la izquierda se encuentra escondida cerca de los bolsillos de su pantalón haciendo movimientos con los dedos de vez en cuando o apretándola en un puño. La tercera es la manera en la que respira, se puede notar que toma inhalaciones más profundas de lo que está acostumbrado, es una manera de tranquilizarse.
Todo esto y más se me formula en la mente en la fracción de segundo que le toma al chico del pan volverse a mí y sonreírme con una de las sonrisas más encantadoras de su arsenal.
Le devuelvo la sonrisa, pensando que es increíble que lo conozca lo suficiente para saber hasta el rincón más profundo de él.
Sé que tal vez le pase lo mismo conmigo ya que es una de las personas(o quizás la única) a las cuales me he abierto completamente.
La voz de mi prometido comienza a fluir por mis oídos y en ese momento me obligo a despertar de mis pensamientos.

-Hace ya muchos años, hubo alguna vez un pequeño niño, que en sus más inocentes sueños veía todo lo que hoy hay aquí:flores, listones, capanillas....pero, lo más importante, a esta hermosa novia, vestida de blanco frente a él- alzó mi mano y la besó delicadamente-. Creo que no cabe resaltar que toda mi vida he amado a una sola mujer. Todo el mundo ya lo sabe. Ella lo sabe. No hay ningún secreto qué ocultar por que todas las palabras existentes parecen haber sido dichas ya- me mira a los ojos-, pero, a pesar de que ya no haya suficientes palabras para describir nuestros sentimientos como quisiéramos, aún hay suficiente amor para poder pasarla bien toda una vida. Katniss, quién hubiera sabido que aquella niña de dos trenzas y un vestido rojo a cuadros es ahora la mujer que está parada aquí, conmigo. Mi respiración se corta al verte a ti con la sonrisa más radiante que alguna vez alguien me haya dedicado- mi mano es estrechada por su mano, y ahora puedo sentir su tacto y la adrenalina que me recorre las venas cada vez que él me toca- Y, con este anillo, reclamo esa sonrisa tuya tan bonita como mía. Con este anillo prometo que mi sonrisa no tendrá otra dueña más que tú. Con este anillo, te hago mi esposa, Katniss Everdeen.
Sentí el ligero tacto del frío metal, y estiré mis dedos para apreciar el anillo en mi mano.
No fue necesario que me dijeran que había llegado la hora de mi turno. Me adelanté un paso y tomé el segundo anillo.
-Sé que nadie espera que yo dé un gran discurso como lo hizo Peeta, y están en lo correcto- los presentes soltaron una breve carcajada-, pero, eso no quiere decir que no tenga palabras para mi prometido- respiré hondo y miré a Peeta- No hace falta decirte lo nerviosa que estoy, sé que tú ya lo notaste y no me sorprendería que los presentes también lo hubieran hecho. Así que todas las palabras que se me formaron en la mente al momento de tu hermoso discurso se han esfumado completamente de mi cabeza. Siento no ser tan maravillosa como tú lo eres, eres casi todo lo contrario a mí, y sin embargo, nos complementamos como dos piezas diferentes pero hechas una para la otra-tomé aire para hacer una pausa y pensar rápidamente que iba a decir a continuación. Se me ocurrió algo perfecto para cerrar el discurso, así que sonreí y le tomé la mano a Peeta-.Siempre he sabido ocultarme de las sombras que me rodean, pero no me oculto de ti, porque tú eres la luz que aleja mis demonios. Por eso, con este anillo juro ser la luz que ilumine la oscuridad a la que tienes miedo. Con este anillo, prometo hacer de tus tristezas alegrías. Con este anillo te hago mi esposo, Peeta Mellark.
Al ponerle el anillo y levantar la vista, me di cuenta que sus ojos estaban a poca distancia.
Al igual que sus labios.
Ya sabía que había que esperar al "los declaro marido y mujer", al "puede besar a la novia", pero, sinceramente, nunca fui de las que se acataban a las reglas, así que la decisión fue rápida y fácil de tomar.
Un impulso de deseo movió mi cabeza unos centímetros y mis labios chocaron con los suyos. Afortunadamente no me apartó ni nada parecido, si no que me correspondió el beso con ganas.
¡Y cómo no, si ya llevábamos 3 días sin besarnos!
Al final, al separarnos, murmuré cerca de sus labios para que nadie excepto él me escuchara:
-La moda ahora es que la novia bese al novio.
Por toda respuesta, Peeta sonrió.






Después de dar por concluida la ceremonia, y de firmar algunos papeles, nos dirigimos hacia el patio trasero donde se celebraría la recepción.
Todo fue planeado y dirigido por Effie, así que, sabiendo cómo es esa mujer, te sorprenderías de que una cosa no saliera perfecta.
Nada más llegar, un confeti plateado salió disparado y luego voló en virutas por encima de nuestras cabezas. Destaparon una botella de champaña y Haymitch le entregó dos copas a Peeta dándole una palmada en el hombro.
Estaba por tomar mi copa, cuando Peeta la dejó fuera del alcance de mis dedos.
-Eh, ¿qué no dijimos que nada de alcohol para ti, exclusivamente si te lo da Haymitch?- se mofó.
Puse los ojos en blanco y me crucé de hombros.
-Al menos deja que pase un mes antes de que me arrepienta de casarme contigo, Mellark- dije.
-Tú ahora también eres una Mellark- sonrió, dándome la copa.




Volver a ver caras amigas nos alegró muchísimo.
Beete y Plutarch habían venido desde el Capitolio para asistir a la boda, por no olvidar mencionar que los regalos que trajeron eran extremadamente lujosos.
En un momento de la fiesta, sentí un ligero codazo en las costillas y al volverme me topé con, ni más ni menos, la gran Johanna Mason.
-¡Descerebrada!-gritó-. Vengo darle mis condolencias a Peeta.....
-Ja, muy gracioso, Johanna, y yo que le prohibí a Effie que enviara la invitación que tenía tu nombre......digo, hola.
Unos segundos más tarde llegó Peeta, y se puso entre nosotras dos. Johanna nos felicitó por el matrimonio, y nos contaba fugazmente cómo le estaba yendo su vida en el Distrito 7.
-Espero que hayas elegido bien, Peeta, y tengas fuerzas para aguantar a esta descerebrada el resto de tu vida- le dijo ella, y él se rió.
-¡Oye!- le reclamé- ¡Yo no fui y le dije a tu esposo el día que te casaste "corre, aún tienes tiempo"!
-¡Qué va! Ese bombón no huiría de mí ni por que lo hechices con tu encantadora y tierna personalidad, Katniss- sonrió.
Miré a Johanna con el ceño fruncido y puse los ojos en blanco.
-Sólo espero que tu hijo no haya heredado tu increíble sentido del humor, Mason- repliqué.
Un bebé de la edad de unos 10 meses hacía burbujas de saliva mientras Peeta lo cargaba. Tenía el color del cabello de Johanna y los ojos de su padre. Peeta le  devolvió el bebé a su madre, que lo cargó con una facilidad envidiable.
-Yo también lo espero- sonrió Johanna, mirando a su hijo con cariño. Se despidió de nosotros y se alejó para reunirse con su esposo.
-¿Recuerdas los borracho que se puso Haymitch el día de la boda de Johanna?- me dice Peeta, y eso hace que me carcajeé.
-Lo sé, por eso prohibí que le sirvieran una sola copa con vino, whisky, y cualquier otra bebida que tenga alcohol- susurré.
-Eres mala, Katniss  Everdeen.
-No- lo miré a los ojos-, no Everdeen, si no Mellark ahora- le corregí tiernamente con una sonrisa.
-Cierto. Aún no lo capto del todo, lo siento- se disculpa y agrega- Es que esto es demasiado bueno para ser verdad- sonríe.

Otra que se acercó para felicitarnos, fue obviamente mi madre.
Peeta se desapareció no sé por qué y yo me quedé a solas con ella.
-Katniss, traje algo para ti- musitó y sacó una cajita alargada de color rojo. Dentro traía un relicario de plata con una joya azul preciosa insertada.
-Tu padre me lo regaló cuando nos casamos, recuerdo que me dijo que la joya azul le recordaba a mis ojos.
-¿Y cómo pudo pagarlo?-me sorprendí.
-No me preguntes cómo lo consiguió.....- dijo ella, mientras la sombra del pasado le cruzaba por los ojos, y sonrió, aunque fue muy leve.
-De acuerdo....no lo haré- murmuré cerrando la caja, y sabiendo que de todos modos le preguntaría después....
-Está bien. Pero, el punto es, te lo regalo porque ahora es para que te acuerdes de los ojos de Peeta.
-Gracias, mamá- sonreí antes de abrazarla.
Enseguida de ella, se acercaron Annie y el pequeño Finn tomado de la mano de su madre.
-¿Te diviertes?- me preguntó Annie.
-¡Uf!¡Tanto que no me he sentado!- dije con sarcasmo-. En serio, muchas personas sólo vienen y nos saludan, quieren platicar con nosotros, por Dios....sólo quiero que acabe esto- gruñí y ella río.
-¿Qué tiene tanta gracia?-preguntó Peeta, que acababa de llegar, y rodeó el hombro de Annie con un brazo.
-El que tú te desapareces cada dos por tres- le recriminé.
-Lo siento, ha habido unas complicaciones con la tarta.
-Bueno- comenzó Annie-, yo sólo vine a dejarles esto- extendió un regalo hacia nosotros. Peeta lo tomó y lo colocó en la mesa junto con los demás.
Estaba viéndolo cuando sentí un tironcito en la falda del vestido y bajé la vista para ver lo qué lo había causado.
Agarrado aún de la tela de la falda, se encontraba el pequeño Finnick, que me miraba con los ojos abiertos de par en par.
-¿Qué pasó, Finn?-pregunté, pasando mis dedos sobre sus rizos color cobre.
-Tía Katniss, yo también tengo un regalo- dijo con su tierna vocecilla.
-¿En serio?- sonreí y observé cómo el niño sacaba de la bolsa de su saco un envoltorio arrugado de papel con un moño rojo en medio.
Tomé el regalito que me tendía Finn  y lo miré con curiosidad.
-¿Recuerdas el día, hace algunos meses, cuando Peeta le estaba enseñando a tomar fotos con la cámara que tienen?-saltó Annie.
-Claro- respondí.
-Bueno, pues ese día se emocionó con lo de las fotos y sacó a montones, esa es una de ellas- ella señaló el pedazo de papel.
Quité la envoltura y giré la foto para ver su contenido.
Éramos Peeta y yo dormidos en el sofá de Annie, abrazados el uno al otro.
-Para el libro de los recuerdos, tía Katniss- sonrió el pequeño Finnick.
Miré con aprecio la foto y luego me acuclillé un poco para estar a la altura del niño.
-Muchas gracias, corazón- susurré cerca de su pelo mientras lo abrazaba.




Por fin Peeta y yo tomamos asiento y tratamos de disfrutar de la comida que nos habían servido. Charlábamos y reíamos.....hasta que volvieron a pedirle ayuda a Peeta con la tarta. Así que se disculpó conmigo y se retiró con una promesa que volvería en 3 minutos.
Torcí los labios en una mueca de resignación y picaba la comida con el tenedor. Seguía empeñada en esa tarea, cuando una voz me hizo levantar la mirada como una posesa.
-¿Te diviertes, Catnip?
Se me detuvo el corazón al oír la voz de Gale. Aunque, por supuesto que vendría, pues le había dicho a Effie que lo invitara.
-Eh....¡Hola, Gale!-me incorporé de golpe y caminé para saludarlo. Me sorprendió que viniera acompañado por una mujer de cabellera rubia y ojazos verdes, esto me hizo dudar una fracción de segundo.
-¡Mírate, con ese vestido!- exclamó al ver que tenía que maniobrar con mi vestido para cualquier cosa.
-Lo sé, es tan.....
-No, me refería que te ves muy bien con él- sonrió él de una manera que me hizo recordar al olor a pino de los bosques y el sabor de las moras.
-Pues gracias, tú tampoco te ves mal con ese traje, aunque es extraño ver que has cambiado las chaquetas de cazador por sacos.
-No te imaginas cuántas veces he usado traje con este trabajo que tengo-me dice.

-Tú no te imaginas la de veces que tuve que practicar para andar con estos tacones sin que parezca un venado recién nacido empezando a caminar.

Consigo sacarle unas carcajadas antes de que  yo vuelva a hablar.

-Me alegra que hayas venido, Gale.

-No podía perderme la boda de mi amiga, ¿no crees? Gracias por invitarme.

-Y bien, ¿no vas a presentarme a tu acompañante?

-Claro -sonrió y adelantó a la chica- Katniss, ella es Vanessa. Mi novia.

Le tomé la mano a la chica con entusiasmo y felicité a Gale porque de verdad era una chica muy guapa, aunque un poco tímida.

Ella, con una disculpa, se retiró al tocador, dejándonos a Gale y a mí solos.
-Katniss- dijo él después de un momento de silencio- ¿recuerdas aquel día que me fuiste a ver al Distrito 2 y me dijiste que encontrara la felicidad?
-Eso fue hace años.....sí, sí me acuerdo.
-Bien, pues unos días después de tu visita Vanessa llegó de intercambio del Distrito 1. Se mudó a la oficina en frente de la mía.
-Entonces, es verdad el dicho de que a veces tenemos al amor de nuestra vida frente a nuestras narices y no lo vemos.

-Pero es una suerte que yo sí lo pudiera ver....

-Y me alegró por ti, Gale- le sonreí.

Ya llevaba u  rato sola cuando apareció Peeta de nuevo.
-Te dije que iban a ser tres minutos.

-Fueron 10- reproché.

-¡Pff! ¡No lo creo! Bueno, ¿hiciste algo divertido mientras no estaba?

-En realidad sí. Gale vino a saludarme.

-Te dije que vendría. Esta semana tú te encargarás de los gansos de Haymitch.

-¿Por qué dijiste la apuesta cuando él estaba presente? La idea vino de él, no era mía o tuya.

-Tuvo razón al decir que tenía que ser algo que nos hiciera sufrir a los dos....

-¡De acuerdo! Pero no volveré a apostar contigo, siempre pierdo.

-No resistirás, preciosa.

Le lancé un pedazo de servilleta a la cara y me crucé de brazos.

-Entonces, ¿no me vas a contar de qué más hablaron Gale y tú? Sólo espero que no te robe de mis brazos hoy, Katniss- susurró Peeta, besándome el cuello.

Reí ante el jugueteo y dije:

-Oh, Mellark,¿no estarás celoso, verdad? tengo un anillo de casada por ti ¡¿y sientes celos?!- me burlé.
-No, claro que no, digo, desde hace mucho que eres mía por derecho- sonrió dándome un pequeño beso en los labios.

-Bueno, para tu información, no creo que me robe porque tiene una novia.

Aunque la única respuesta que recibí de Peeta fue un suspiro, ya que seguía ocupado besando mi cuello 
Miré en la dirección de mi antiguo mejor amigo y suspiré.
-¿Sabes? Me alegra de que él también haya encontrado la felicidad en una persona como yo la encontré en ti- musité, luego lo rodeé con mis brazos y lo besé.








Hubo algunos vítores y aplausos antes de que Peeta y yo nos animáramos en dar el baile que todos nos pedían.
Él se para y me ofrece una mano, invitándome a que lo acompañe en la siguiente pieza.
Yo se la tomo, porque, aunque no se me dé bailar, acepto al ser el primer baile que compartiremos como marido y mujer.
Me arrastra al centro de la pista, ahora solitaria, y un reflector nos da de lleno en la cara.
-Me han dicho que tú elegiste la canción- me susurra al oído.
-Pedí a Effie que al menos eso me dejara organizarlo a mí- me reí.
-Vale, esperemos que no lo hayas arruinado, Katniss, o tendré que darle a Effie la razón.
Los compaces ya habían empezado a sonar, y nos empezamos a balancear ligeramente.
-Sólo escúchala. La primera vez que la oí me acordé de ti. Espero que te guste- murmuré con una sonrisa.
La letra llena nuestros oídos y giramos al rededor de toda la pista, con nuestras miradas perdidas en nuestros ojos.
  The words have been drained from this pencil,
Sweet words that I want to give you,
And I can't sleep, I need to tell you goodnight
-¿Sabes? Así me sentí ayer en la noche, cuando trataba de escribir mis votos- se burla Peeta.
Pongo los ojos en blanco, pero mis labios forman una ligera sonrisa.
When we're together I feel perfect
When I'm pulled away from you I fall apart
All that you say is sacred to me
Your eyes are so blue, I can't look away
As we lay in the stillness

-Eso de los ojos sí queda contigo- le digo.
-Imagínate si te hubieras casado con alguien que no tuviera los ojos azules.
You whisper to me, marry me, 
Promise you'll stay with me..
 -Oh por Dios, Katniss, ¿le pagaste a alguien para que escribiera una canción para nosotros?
-No, tonto- reí por lo bajo-, pero es perfecta para describir todo lo que siento por ti, por eso la elegí.
Y, entonces, mientras bailábamos lentamente y nuestros pies nos llevaban a donde ellos querían llevarnos, en un susurro comencé a cantar la canción, sin pensarlo, como si fuera un reflejo, ya que me la sabía de memoria:
Oh you don't have to ask me, you know you're all that I live for
You know I die just to hold you, stay with you
Somehow I'll show you, that you're my night sky
I've always been right behind you
Now I'll always be right beside you

En el puente musical, mi cabeza estaba casi recargada completamente sobre su hombro. Todo parecía mudo, excepto los acordes de la canción. Ni siquiera se nos ocurrió hablar ya. 

Cerré los ojos, y mis pies parecieron estar sobre el aire, no sobre el suelo. Tenía la sensación de que la respiración de Peeta en mi cuello, y el olor de canela y eneldo era lo único existente en la tierra.

So many nights, I´ve cried myself to sleep
Now that you love I love myself

Con cada giro, con cada nota, algo dentro de mí se derretía.

Quizá era mi corazón, a punto de explotar.

Quizá eran mis labios, deseosos de un beso.

I never thought I would say this
I never thought there'd be you

"Nunca pensé que fueras tú"
En cuanto acabó la canción y la última frase aún era un eco en mi oído, levanté la cabeza de su hombro y miré sus ojos.

Todo era silencio. Todo pasaba en cámara lenta, en realidad.

Sus labios tocaron los míos por enésima vez en ese día. 

No podía estar más ansiosa a que lo hicieran

No fue un beso eterno, de hecho, por lo que me contaron, a penas y duró un segundo, antes de que nos interrumpieran la horda de aplausos y vítores.

Pero, en mi pequeño instante de ensueño, pareció eterno.

Antes que nada ¡Tienen que escuchar la canción que sale hoy en el capítulo!
Se llama "You" y es de la banda Evanescence.
Cuando la escuché por primera vez me dije a mi misma que algún día la iba a necesitar para un capítulo ya que la letra es hermosa! Se las dejo en español para que vean lo que dice.
Es una de mis favoritas <3 

Ah! ¿Qué tal la escena de los votos? ¿Les gustaron?
A petición de algunas personas que se preguntaban cuándo Gale aparecería de nuevo, bueno, espero que estén satisfechas.
¿Y la escena del baile? Esa iba a ser la principal de todo el capítulo, pero es muy diferente planear a escribir, porque, mientras vas escribiendo, van surgiendo situaciones y diálogos que las cosas con menos relevancia se vuelven importantes. En fin, el capítulo estuvo un poco largo (Naa, mentira, no estuvo un "poco" si no un "mucho")   así que ojalá y hayan reído, llorado, o al menos sonreído.
Espero que me extrañaran ¿Lo hicieron? Porque yo a ustedes sí♥ n___n
¡Ahora a comentar qué opinan sobre el capítulo!Espero con ansías una señal de vida de este barco que ya llevaba abandonado por mi mucho tiempo.

Por cierto, ya está muy cerca Sinsajo Parte 1, y yo estoy de verdad muy emocionada!!
Estaba pensando que, para recompensarles el tiempo perdido, haré alguna actividad especial sobre Sinsajo, ¿les parece bien? Si es así, coméntenlo aquí abajo.



Creo que mi trabajo aquí ha terminado. ¡Qué extraño es y a la vez reconfortante volver a esto!

Sabéis que los quiero un muchototote! ♥
Esperen el siguiente (y último) capítulo :3
Muchos azucarillos, dientes de león, besos y abrazos para ustedes, queridos lectores!
Tengan una buena semana!
Se despide:

                            Con Cariño♥
                                      Vuestra Escritora♥
                                                              Meena ♥