¿Cómo están?¿Listos para otro capítulo?^^
¿Yo? Emocionada por que ya estamos en cap 20!!!! Pff!! Nunca pensé llegar hasta acá! (de hecho, tenía planeado acabar la historia al llegar al capítulo 21)
Bueno, les voy a relatar algo gracioso que me sucedió al escribir esto.
Sé que les había dicho que iba a salir por fin el pequeño Finn :) y ya tenía la parte planeada (en mi cabeza) de esta adorable escena. Pero, no sabía cómo introducir ésta parte, ya que era un poco corta para que fuera un capítulo completo. Así que, tuve que pensar en cuál sería el "Relleno" de todo el cap. Después de meditarlo por horas, por fin planeé el cap completo, y me puse manos a la obra.
¿Qué creen? Lo chistoso es que éste "Relleno" (que nada mas iban a ser unos cuantos parrafitos) se me extendió tanto que...ya me pasaba de las 1900 palabras y aún no llegaba a la parte de Finn.
*Dato: mis capítulos no llegan a tener más de 1600 palabras. Tengo una pequeña obsesión de revisarlas en word, para saber si no los he echo demasiado cortos*
Y eso que le quité todavía diálogos y cosas extras.
Pero, por alguna extraña razón, este capítulo me fascinó por completo, tanto como escribirlo, tanto como leerlo; porque se narra algo del Distrito 4, o los momentos en la casa de la Aldea de los Vencedores. (sabrán a qué me refiero ahorita que le lean). No es tanto como los otro que he escrito, siento que es diferente.... y eso es lo que me gusta♥.
Al fin y al cabo, las mejores cosas salen de los momento más inesperados.^^
Sin más preámbulos, os invito a que lean el Capítulo 20, y les encante tanto como lo ha pasado conmigo.
Léanlo, Ámenlo....Y COMENTEN. Sabéis que su opinión es muy importante^^♥
¡Disfruten del vigésimo capítulo de este blog y esta maravillosa historia!♥
Tick Tock, Tick Tock.
Cada vez más cerca de Catching Fire...
Tick tock....
*O no está preciosos el Gif, me encantó*
Aún era muy temprano cuando llegamos a la casa de Annie; el silencio y la tranquilidad fueron los únicos que salieron a recibirnos.
Avanzamos a hurtadillas por la puerta y el piso principal de la casa, con tal de no despertar a los que seguían durmiendo. La bonita bata de Annie terminó sucia y llena de arena, así que tuve que cambiármela nada mas llegar a la habitación; cuando salí, descubrí que Peeta también se había cambiado de ropa, ahora llevaba unos pantalones oscuros y una chaqueta café que le quedaba muy bien, obviamente, no podía faltar el doble nudo en sus zapatos. Sonreí al recordar ese detalle. Él estaba a punto de salir por la puerta cuando mi voz lo detuvo.
-¿A dónde vas?- susurré a media voz mientras avanzaba hacia él.
-Oh,- se sorprendió al verme- pensé que ibas dormir un poco más.-sonrió- Voy a ir a la plaza, ¿Quieres acompañarme?- me preguntó en el mismo tono con el que le hablé.
Por toda respuesta, sonreí y me cerré el cierre de mi chaqueta.
A pesar de ser primavera, afuera había un frío invernal. Me rodeé con los brazos y me encogí un poco sobre mi misma. No paraba de ver con curiosidad el vaho que salía por mi boca cada vez que exhalaba, me pasé mucho rato lanzando bocanadas de aire solo para ver la pequeña nube de humo blanquecino.
Recorrimos por completo la Aldea de los Vencedores, pasamos una fila entera de casas antes de llegar al camino que lleva al centro del distrito. A mitad de camino pudimos ver, no muy lejos, la playa, y los botes pesqueros atrancados en ella; había varias personas reunidas en esa zona, llevando redes, cañas de pescar y cebo. Algunos hombres se encaramaban en las embarcaciones y zarpaban hacia el océano; se alejaban tanto hasta parecer unas hormigas en la lejanía.
Por fin llegamos a las calles principales del Distrito 4, deambulamos en ellas. Éstas bullían de actividad por todas partes. Peeta pasaba a varios sitios, aveces a comprar, aveces a saludar; la gente lo reconocía y le sonreía amablemente; él también sonreía cuando gritaban su nombre y agitaban la mano.
Ya en la plaza, levanté la cara para poder ver las banderas azules que la decoraban. En ese lugar había aún más bullicio que en cualquier otra calle. La plaza era enorme y allí se asentaban todos los comercios más grandes e importantes. Las personas corrían de un lado al otro. Felices. Normales.
El Distrito 4 estaba lleno de vida. Y no podía no sentirme maravillada por esto. Si no hubiera llegado a aferrarme al brazo de Peeta, me habría perdido entre ese mar de gente.
-¿Siempre ha sido así?- pregunté en un murmullo, admirando aún mi entorno.
Peeta negó con la cabeza.
-La mayoría de los comercios y decoraciones fueron después de la derrota del Capitolio. Tal vez el Distrito 12 se viera así si no hubiera pasado lo que pasó- dijo con un toque de nostalgia y dolor. No pude evitar imaginarme a agentes de la paz en lugar de toda la gente y el infinito silencio de todas las personas ,escondidas en sus moradas, temiéndole a su tiránico gobierno. Él me sacó de mis pensamientos.
-Todavía falta un lugar más antes de irnos- me sonrió. Lo miré de reojo, tenía ya bastantes bolsas colgadas en ambas manos ¿qué más le faltaba comprar? Tratándose de Peeta, no sé cómo no lo pude suponer.
Se ataron todos los cabos cuando llegamos a la panadería de la ciudad. Una campanada sonó cuando atravesamos la puerta, en ese momento alguien gritó desde el fondo de la habitación.
-¡Peeta!¡Hola!- una chica pelirroja corrió hacia Peeta.
-Phoebe, hola- saludó con una sonrisa y un corto abrazo. Luego me tomó de la mano y me adelantó unos pasos.
-Katniss, te presentó a Phoebe. Phoebe, ella es Katniss- nos puso frente a frente. La muchacha me dirigió una sonrisa que me recordó mucho a Delly Cartwright.
-¡Encantada, Katniss!- me estrechó la mano con vehemencia.
-Gracias...igualmente- sonreí lo mejor que pude. Phoebe no perdió más tiempo conmigo y se centró en Peeta.
-¿Qué te trae por aquí, esta vez?- le preguntó, pestañeando sin dejar de sonreír. Puse los ojos en blanco.
-La misma razón por la que siempre vengo- dijo Peeta divertido. Phoebe soltó unas cuantas carcajadas- ¿Está tu padre?- preguntó él un rato después. La chica asintió y le indicó que la siguiera. Peeta se alejó, no sin antes prometerme que regresaría pronto.
Estuve un rato a solas en esa sala llena de pan y un olor delicioso. Regresó al cabo de unos minutos, y ya llevaba una gran bolsa de pan. Y una Phoebe pegada a la espalda.
-¿Qué es eso que huele tan maravilloso?- murmuró Peeta olisqueando el aire.
-Bollos de queso recién salidos del horno- contestó la pelirroja. Inevitablemente, él me miró con un brillo en sus ojos.
-¿Quieres unos, Peeta?-preguntó la chica.
-No, no gracias. Ya no me alcanza para comprar más cosas- dijo Peeta dejando caer los hombros.
-Insisto- dijo Phoebe, que metió 3 pequeños panes en la bolsa, que estaba a reventar-, cortesía de la casa- terminó con una sonrisa.
-Gracias, Phoebe- le contestó Peeta de la misma manera. Después de que se despidieran y yo dedicara unas cuantas sonrisas más, salimos de la panadería.
Nos alejamos de las calles, permitiendo que la tranquilidad nos fuera atrapando de nuevo en camino a la Aldea de los Vencedores.
-¿Un bollo, señorita Everdeen?- dijo Peeta sacando el pan de la bolsa, e inclinándose en una pequeña reverencia- Sé que son sus favoritos- rió por lo bajo para no perder la formalidad y elegancia.
-Gracias- contesté inclinando la cabeza-, lo tomaré sólo porque me acabo de dar cuenta que estoy muerta de hambre- dije riendo y arrebatándoselo de la mano- Además, fueron gratis- agregué.
-Sí, muy considerado de parte de Phoebe- dijo.
-Oh, vamos...¿Acaso no te diste cuenta?- dije burlona.
-¿De qué tengo que darme cuenta, Katniss?- susurró Peeta, extrañado.
-Pues, de que esa tía está loca por ti- solté.
-¿Qué dices? No lo creo....o, bueno, creo que puedas tener razón- frunció el entrecejo y se mordió el labio.
-Te lo dije- le contesté riéndome. Caminamos un rato en silencio.
¿Te importaría que hiciéramos una parada antes de llegar a la casa de Annie?- me preguntó, serio.
-¿A dónde?
Él escudriño con la mirada las casas de la Aldea de los Vencedores, al entrar en ésta.
-Entonces, ¿Es aquí dónde vives?- dije mirando la casa de hito en hito.
-Sí. Bueno, en realidad es casa de Annie, la que le dieron a ella cuando la proclamaron vencedora en los juegos- explicó Peeta al dar una última vuelta al cerrojo con las llaves. Al entrar, depositó todas las bolsas en un mueble cercano y se dispuso a ir de un lado a otro, escombrando un poco y revisando las habitaciones.
Me quedé estancada un instante cuando la puerta se cerró en pos de mí. Como vi que Peeta tenía mucho que hacer en ese lugar, no quise molestarlo y me decidí por dar un pequeño tour turístico por aquella casa. Me llamaba mucho la atención en que esas casas eran muy diferentes a la Aldea de los Vencedores del Distrito 12; como lo había sospechado en el primer momento en que las contemplé, eran bastante grandes. La primera planta, en general, tenían cierto parecido: la cocina, el salón de estar, el pasillo que lleva a la entrada...todo me era conocido y al mismo tiempo extraño. Dejé de vagar por allí y subí las escaleras para ver si tal vez había algún cambio en el piso de arriba.
Claro que lo había. Este tenía 2 habitaciones más de lo que tiene cualquiera de nuestras casas en nuestro distrito. Uno de los cuartos tenía una puerta cristalina, en donde se podría apreciar un balcón con vista al océano. Paseo por el pasillo, viendo de reojo todas las habitaciones, dirigiéndome hacía la puerta de vidrio. Pero antes de llegar, algo me distrae.
A mi izquierda se encuentra un dormitorio. Insinúo que es en donde durmió Peeta en su estancia aquí; es el único aposento de todos que se ve despejado e iluminado, porque los demás están comidos por las sombras o cerrados bajo llave.
Traspasé su umbral. Las cortinas se movieron por el aire y me acerqué a la ventana para cerrarla; cuando estuvo sellada, despejé la tela para poder ver a través del cristal. Era una vista limitada, comparando con la del mirador, pero de ahí se podía apreciar a lo lejos el pequeño risco en el que estuvimos esta mañana. Rodeé la cama, deslizando mi palma por la suave cobija; acto seguido me senté en ella. Se oyó el rechinido usual proveniente de un mueble viejo ; y algo se asomó por una esquina de la cama al rebotar mi cuerpo en el colchón. Estiré mi mano para tomar el objeto: era una libreta.
La empecé a hojear, y página tras página me encontraba con bocetos echos a lápiz; de la jungla; la playa; botes en un muelle o viajando en el mar; la plaza y su bochorno de siempre, y.... de mí.
La mitad del cuaderno estaba lleno de retratos míos: yo con el vestido rojo y dos trenzas cayéndome sobre los hombros; caminando cerca del quemador y la zona de comerciantes; en el patio de la escuela; vestida con el traje del desfile de tributos, con llamas a mi alrededor ; disparando una flecha con mi arco......y la última, estábamos yo y Prim tomadas de la mano, viendo los pasteles de la panadería....
Cerré de golpe la pasta antes de que el recuerdo de Prim me llenara los ojos de lágrimas; traté de incorporarme, esconder de nuevo la libreta en su lugar y salir de ahí lo más rápido posible.
Traté, porque en cuanto me paré, algo entre mis pies me hizo tropezar y caer al suelo.
-Éste no es mi día- murmuré haciendo una mueca de dolor al ponerme de rodillas. Cerca mío, estaba una caja envuelta en una funda, era la misma cosa causante de mi caída. Tomé entre mis manos el objeto y le quité lo que lo cubría.
Me había equivocado;no era una caja: era un cuadro, un poco más grande que un porta-retrato. Volví su cara principal hacia mí y me encontré con una pintura, echa por Peeta.
Una explosión de colores inundó mis ojos. Pasaba las yemas de los dedos por cada trazo. La imagen se me hizo tan real como una fotografía. Esa pintura me trajo un recuerdo:
De repente, ya no estaba arrodillada en el suelo, si no, bajo el sol de una tarde de hace muchos años. Sentí que alguien me sujetaba la mano, pero mi vista solo buscaba entre las personas unos cálidos ojos azules. Y cuando me topé con ellos, bajé la mirada, cohibida. Fue allí cuando lo vi: el primer diente de león del año. Me agaché para cogerlo con delicadeza, temiendo que se fuera volando en cualquier momento. Al igual que temía que el rayo de esperanza, que pasó por mi corazón, me dejara con el viento.
Ese delicado y hermoso diente de león, estaba representado en ese cuadro. Y no podía hacer más que mirarlo sin descanso.
La pronunciación de mi nombre y otras palabras que no logré escuchar me sacaron de mi ensoñación.
-¿Katniss?- oí a lo lejos -¿Katniss, estás por aquí?- Peeta me llamaba.
-Disculpa ¿Qué habéis dicho, Peeta?- grité para que me oyera bien.
-He dicho que, hay que irnos ya a la casa de Annie.-su voz se fue aproximando hasta que apareció en la puerta-Si queremos llegar temprano al desayu...
Abrió mucho los ojos al verme con la pintura en la mano. Después, sus mejillas enrojecieron y me dirigió una mirada tímida y apenada.
-Supongo que.......debí ocultarlos bien- susurró Peeta, cohibido.
-Lo siento. Mi intención no era....- me empecé a excusar.
-No, no te preocupes.- esbozó una media sonrisa- Tenemos que irnos.
Asentí.
Acomodé el cuadro en su funda y lo dejé en la mesita de noche, apilado junto al cuadernillo.
-Por cierto- susurré al reunirme con Peeta en el pasillo-, es hermosa- le sonreí.
Curvó sus labios de una forma encantadora.
-¡Hemos llegado, Annie!- gritamos al unísono, cruzando la puerta. Reímos hasta llegar a la cocina.
Annie estaba ahí, preparando algo que olía delicioso. Me acerqué para saber qué.
-Panqueques- exclamé, emocionada. Annie afirmó con la cabeza.- Y chocolate- completé.
-Llegaron justo a tiempo para el desayuno-dijo ella sonriendo- ¿Dónde estuvieron toda la mañana?
-Peeta quiso visitar la plaza- dije mientras me servía una taza de chocolate caliente, junto con dos panqueques con algo de mermelada.
Annie le preguntó a Peeta que había comprado, y él le relató toda su lista de puestos y cosas. Hablaban animadamente sobre las personas que ambos conocían y reían cuando hacían algún chiste que solo ellos podían entender. Al final, Peeta le dio más de la mitad de los artículos que compró a Annie, y ésta se lo agradeció con una gran sonrisa y un abrazo.
Me pregunté si hacían eso todos los días, o frecuentemente. Me dio una punzada en el estomago, pero lo atribuí al hambre, así que me apuré en darle bocados a mi desayuno.
Después de que ellos dos se sirvieran también, seguimos diciendo de cómo nos fue en la mañana. Me uní a la platica comentando sobre la marea de actividad que había en cada rincón del distrito, las observaciones que había visto en la casa de los vencedores y otras cosas banales.
-¡Oh!, ¡casi lo olvido!- reclamé la atención, limpiándome los bigotes que se formaron sobre mis labios por culpa del chocolate-: en la panadería, conseguimos pan gratis solo porque la hija del panadero está enamorada perdidamente de Peeta- solté una carcajada tomando un bollo de queso. Annie coreó conmigo.
-Phoebe ¿no, Peeta?- le preguntó Annie con una sonrisa traviesa.
-¡Claro que no está enamorada de mí!- dijo él lanzándome una mirada asesina.- Sólo fue amable, nada más.
De nuevo,nosotras reímos.
-Una vez esa chica se acercó a mí y me preguntó que era yo tuyo- murmuró Annie señalando a Peeta-. ¿Sabes? cuando le aclaré que sólo eras un amigo, se relajó por completo y puso cara de alivio- sonrió ella.
Peeta no habló, y enrojeció como un tomatito.
Clavó sus ojos en mí. Le sonreí.
-Te lo dije- me encogí de hombros.
Ayudamos a limpiar la cocina y lavar los trastos. De vez en cuando, entre Annie y yo seguíamos haciéndole burla a Peeta de su novia pelirroja.
En eso, un chillido rompe nuestras risas.
-Creo que ha despertado- dijo Annie suspirando-. Voy a verlo.
Pero antes de que desapareciera del cuarto , la tomé del brazo.
-Espera, Annie...- dije dubitativa-...te acompaño- me ruboricé un poco.
-Está bien- me sonrió ella.
Los tres subimos las escaleras y terminamos parándonos en el dormitorio del que provenían los llantos.
Entonces, Annie abrió la puerta.....
*Aunque no lo quiera admitir, Katniss estuvo un poco celosa en ambas situaciones*
¿Qué tal?¿Les gustó?♥
Es el capítulo más largo que he escrito alguna vez en la historia de los capítulos de Meena...... Jajaja ok, no. El caso es que, espero que no os haya aburrido ni nada de eso :33♥
Lo confieso: amo sus comentarios. Así que ha COMENTAR YA! Si es que queréis una sonrisa en mi rostro.^^
Cuéntenme qué les pareció!!^^
Miles de besos, abrazos y gracias.♥
Con Cariño♥
Vuestra Escritora♥
Meena♥
¡Hasta la próxima!
Haay Meena, siempre dejándome en suspenso jajaja, ME ENCANTO COMO SIEMPRE, sos genial, ya me diste alguien (a demás de GALE) para fijarme bien que hace y para bueno, tenerle un poco de odio (tururu jaj) bueno, espero con ansias el próximo capitulo, sigue escribiendo SIEMPRE!
ResponderEliminarQue la suerte este siempre de tu lado! Besos
Pauli
Jajaja Mi intención no era que odiasen a Gale, pero bueno. Ok no :)
EliminarSiempre he dicho que un poco de suspenso viene bien.
Gracias! Yo estaré ansiosa por otro comentario ;D
Que la suerte esté siempre de tu lado, Pauli.!!! ♡
ayyy que herrmoso enserio es tan lindo y a katniss le dieron celos ja que lindo el capi es simplemente perfecto y psss no se que otra palabra usar para describirlo escribe nunca lo dejes porque puede que algun dia escribas un libro y eso estaria padre no?? bueno te dejo
ResponderEliminarsuper escritora
love
rubi
Gracias Rubi!!
EliminarSí, si. Un poquitín de celos.
¿Un libro? Me encantaría publicar uno algún día!!!
*superescritora* me ruborizo. ♥ :33
Besos y con amor ^^
Me hubiera gustado conocer a Finn :P pero creo que has acertado con el cambio ;) Y sobre todo lo más importante es que tú estés orgullosa de lo que escribes Meena porque créeme eres una gran escritora ^^ La parte de los dibujos y el cuadro de Peeta ha sido mi favorita :) Los sentimientos que despertaban en Katniss, Prim... te juro que se me ha formado un nudo en la garganta :(
ResponderEliminarEspero que sigas así y pueda leer muchos muchos más capítulos tuyos :D
Besos
Wow, Crispi! Me has emocionado!
EliminarLo de Finn era en un principio la idea principal. Si hasta el capítulo se iba a llamar 20:"Finn.", pero pues, ya vez jajajaja.
También mi escena favorita es lo de la pintura :3
Concuerdo contigo, cuando te gusta lo que escribes te sientes bien! !
Gracias por todo! !
Miles de besos para ti ♥♥
Majo!! Si ves esto, lo siento. Borré tu comentario por error!! Aishh... si, sé que soy una despistada jajaja no es la primera vez que me ocurre.
ResponderEliminarRespecto a lo que pusiste:
"Meena porque me dejas con las ganas de seguir leyendo
Eso no se hace jajaja
Me fascina como escribes =)
ya sabes que soy tu fan nº1
que esa Phoebe se aleje de Peeta
*kfsafklhldkfa*
Saludos desde el fin del mundo y espero el cap 21 ;)"
Bueno, me encantó tu comentario que sentí feo borrarlo por error. :(
Jajaja gracias, Majo!!! No te preocupes por Phoebe. Peeta no se da cuenta de que lo ama jajajaha aishh :33 ♡♡
Mil besos para ti *fan nº1* ♥♥ Con cariño :D
PD: lo siento(de nuevo) ya sabrás tú que estoy mentalmente desorientada jajaja
entre recién y no veía mi comentario y quedé o.O ...
Eliminarpero luego leí que lo borraste accidentalmente jajaj
no te preocupes a cualquiera le sucede.
seguiré siendo tu fan Nº1 ♥ ♥ ♥ ♥
por suerte Peeta no le prestara atención a Phoebe.
besos niña XD
Me gusta mucho tu blog y lo que me encantaría es que te pasases por el mío, que lo cree hace muy poco tiempo y me maravillaría que opinases sobre él ( a pesar de que hay poquitos capítulos todavía ) espero que lo hagas jejejeje
ResponderEliminarhistoriasdepelicula.blogspot.com.es/
Besitos!(:
Gracias!
EliminarSí! en cuanto pueda me paso y me leo los pocos caps que tenéis! Y también de dejaré un comentario por ahí con mi opinión :D
Besos! <3
buenisimo me encanto!!
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