sábado, 15 de febrero de 2014

Capítulo 37♥

Hola, hola, mis dientes de león!
¿Disfrutaron del día de San Valentín ayer?
Bueno, yo dije que iba a subir capítulo, pero un compromiso con algunos amigos míos,(que no tenía previstos antes) me mantuvieron fuera todo el día.
Entonces, hoy le traigo el capítulo nuevo :)
No tengo mucho que poner, porque publico de rápido, ya que ahora mismo tengo que volver a salir (bien vaga yo jajaja)
Espero que les guste el capítulo! Ya que sale nuestra chica de las hachas!
Ya saben: Lean♥ Disfruten ♥ Comenten 









                               Capítulo 37: Johanna Mason.






Johanna Mason sonrió, mofándose de mi expresión incrédula.

-Eh, parece que no te alegras de verme, descerebrada.
-¿Qué?- musité-. Johanna ¿Qué rayos estás haciendo aquí? Yo....
-¿Te interrumpí en algo....?-me miró de pies a cabeza- Vaya, chica, ¿acabas de levantarte?
-No- rechisté; empecé a acomodarme el pelo, toqueándolo para formar una trenza maltrecha.- Aún no has contestado a mi pregunta.....
-¿Qué?- le tocó a decir ahora a ella- ¿Me estás preguntando que qué hago aquí? Descerebrada, ¡estoy aquí por que tú me invitaste!
Entonces recuerdo que hace un par de días le hablé por teléfono.
-Johanna....-sonreí tontamente, conteniendo mi voz-....oh, Johanna.....¡No era éste día!- dije, con un tono de exasperación.
-¡Me dijiste que el dos!
-¡Te dije que el do-ce, Johanna!- grité-. Supongo que no lo has de haber escuchado- fruncí los labios, bufando.
-No sé qué le pasa a mi teléfono últimamente, que se oye entrecortado....-se excusa.
-¿Me estabas poniendo atención, por lo menos?- enarco las cejas.
-Ehhh....mmm...no mucha que digamos....
-JOHANNA.
-Vale, vale....la descerebrada ahora soy yo ¿de acuerdo? Ya, tranquilízate, chica en llamas, en cualquier momento prenderás fuego- me toco el hombro, riendo en lo bajo.
-No es gracioso- solté.
-Pero tu pelo alborotado si lo es.
Ante toda respuesta, puse los ojos en blanco, pero volví a acomodarme el pelo torpemente.
-Genial, has arruinado la sorpresa, Mason- gruñí.
-¿Qué sorpresa?
Oír su voz detrás mío hizo que deseara que en ese mismo instante que me tragara la tierra, o que me partiera un rayo en dos.....¿Por qué siempre parecía que la suerte nunca estaba a mi favor?¿Por qué nada me salía bien a mí?
Fue una sensación frustrante que traté de controlar apretando mis manos en puños.
-Katniss....-se detuvo en seco-....Johanna....-él pareció conmocionado-....¿qué haces aquí?-preguntó Peeta, con su amabilidad de siempre y un atisbo de sorpresa en su voz.
-Hola, Peeta- sonrió Johanna. Entrecerré los ojos al escuchar el tono seductor en su voz; ella notó mi mirada, cerró sus labios y se irguió un poco-....La sorpresa de que....iba a venir a visitarlos, pero no iba a llegar hasta mañana....y por eso Katniss dice que la he arruinado al adelantarme- sonríe.
-¿Tú sabías de ésto?- me pregunta Peeta.
-Sí...-me obligo a sonreír, siguiendo la mentira de Johanna-, Jo me habló antier, para avisarnos, pero.....como sólo estaba yo en la casa, me dijo que te quería sorprender a ti.
-¿Jo?-preguntaron ambos, expectantes, al mismo tiempo.
-Sí, Jo...- sonreí empalagosa. Esto de improvisar no se me daba muy bien.
-Oh, yo también te quiero, amiga Kat- me abrazó con una brazo Johanna, guiñándome el ojo. Hice todo el esfuerzo por no entornar los ojos y zafarme de su abrazo.
-De acuerdo....-murmuró Peeta, mirándonos como se mira algo que todavía no acabas de creértelo-...en ese caso, me alegra volver a verte, Johanna- dijo, y sonrió para dirigirse a abrazar a Johanna.
Ella instantáneamente me soltó y se aferró, con una sonrisa, a los brazos de Peeta.
-A mi también me alegra verte, Peeta- dijo ella, y por primera vez su tono no era burlón, o seductor, si no....sincero.
Por mi mente se cruzó la idea que la que andaba abrazando a Peeta hace algunos momentos era yo....sino hubiera llegado ella....
Eso causó que una punzada de celos me recorriera el estómago......
Aggh! ¿En qué estás pensando, Katniss? Dios, contrólate.
-Bien, si te vas a quedar, Johanna, tienes que tener un lugar donde dormir. Te ofrezco mi casa- sonrió él.
-Oh, ¿y tú?- pregunta ella.
-No te preocupes por mí, créeme- luego me miró y me guiñó un ojo.
- Pero.....Ah, acabo de entender- Johanna esbozó una sonrisa pícara; pasó sus brazos encima de nuestros cuellos en un abrazo rudo- Oh, me alegra mucho ver de nuevo a mi par de descerebrados favoritos- ríe.
-Y nosotros a ti, Johanna- dijo Peeta.
-Estás hablando en plural, Peeta- bufé.
-He notado que estás de un bueno humor hoy, Kat- agregó con un poco de énfasis al final- ¿Qué tal si me ayudas a mover mis cosas a la casa de Peeta, eh?
-No es necesario, yo podría.....-comienza él, pero lo interrumpo levantando la mano. Porque, a pesar de que clasifiqué la idea de celos hacia Johanna como estúpida, quería ir yo con ella, no que fuera él.
-Por supuesto, Johanna.....Iré- y antes de irme, me vuelvo hacia a Peeta- ¿Te parece si preparas la cena?- sonrío- Muero de hambre. Te veremos aquí en una hora. ¿De acuerdo?
-Claro.
Por un momento, me dan ganas de despedirme de él con un beso. No quiero alejarme a más de un metro de Peeta, pero la presencia de Johanna a mi costado hace que me abstenga de la idea de besarle antes de marcharme. Sonrío y poso mi majo en su mejilla. Me corresponde de la misma manera y toma mi mano entre la suya, antes de que la baje, nos separemos y cierre la puerta detrás de si.









-Vaya- suelta Johanna- ¿Así que ya viven juntos? Vaya....-repite-, descerebrada, ¡qué astuta me saliste!
Pongo los ojos en blanco, mientras lucho con la cerradura de la puerta. Consigo abrirla y ambas entramos.
-No....- digo en un susurro-....sólo....dormimos juntos....lo hacíamos antes ya....amm...cuando estábamos en el tren.....¿Qué estoy diciendo?
-¿Lo hacían antes...?¿Qué? ¿Eso que andaban haciendo antes de que los interrumpiera...?
-¡¿Qué?!¡No!¡Johanna!¡¿Quieres dejar de hacer  preguntas?!
-Está bien......-se vuelve entornando los ojos, empezando a subir las escaleras con su equipaje-....¡Pero eso lo tomaré como un sí!-me grita ya en el segundo piso.
Tengo ganas de gritarle, sin embargo, tuerzo los labios y musito:
-Piensa lo que quieras.
Voy a la cocina y me sirvo un vaso con agua. Me lo acabo de un sopetón y lo dejo con un golpe en el fregadero. Me dirijo a las escaleras con inseguridad, sabiendo que si Johannna Mason decía otro de sus comentarios sarcásticos.....una de dos: O me acabaría arrancando los pelos yo.....o se los acabaría arrancando a ella.
Con un suspiro de resignación, subí al segundo piso.
Entré en la habitación de Peeta y varios recuerdo de él y yo aquí, abrazados, con la oscuridad sobre nosotros, afloraron en mi mente.
-Puedes quedarte aquí si quieres, no se siente tanto frío, en especial en estas noches que se avecinan.....también puedes darte una ducha....hay agua caliente....O, si te apetece, hay una habitación de invitados.....
Me paré en seco. Johanna estaba parada junto a la orilla de la cama, cerca del mueble que tenía una fotografía enmarcada.....
Y, cerca del porta-retrato, se hallaba un destello blanco. Ella la cogió: Mi perla.
Se quedó pensativa un rato, callada.......algo raro en Johanna Mason.
-La recuerdo- dijo con voz ausente-....es del Vasallaje....Peeta te la dio.
-Sí.....-dije, en un instante me sentí incómoda, ultrajada, como si el recuerdo sólo nos perteneciera a Peeta y a mí, y ahora una tercera persona se hubiera metido en él.
-¿Sabes....? Cuando estábamos en el Capitolio....recordé cuándo te la vi.....Y a Peeta, diciéndote que no había funcionado cómo él quería. Tú estabas decidida a sacarlo con vida.....pero él deseaba lo mismo contigo. Porque te quería mucho....y creía que ese amor sólo lo había visto con Finnick y Annie. En ese momento, sentí una gran pena por aquel chico al que oía gritar todas las noches....
Extrañamente, escuchar esas palabras de la boca de ella hizo que el sintiera un nudo en la garganta....la sensación de que algo me aplastó el pecho para sacarme el último aliento de aire.
No me quería ni imaginar a Johanna en esos días en los que estuvo prisionera.....ni a Peeta gritando.
Sacudí la cabeza y me tallé los ojos para eliminar esos pensamientos de mí.
Cuando volví a abrir los ojos, lo primero que vi fue a ella: una mujer que había sufrido tanto como nosotros, alguien a quien no le quedaba nadie....y, sin embargo, seguía aquí, sacándole humor a la vida con su ingenio sarcástico.
Johanna se volvió y supongo que mi expresión la despertó. Parpadeó y dijo:
-Lo siento.....no debí decir eso....
-Descuida, ya me lo habías mencionado antes- le sonrío levemente, porque se mostró muy apenada de repente.
"-Johanna,¿de verdad lo oías gritar?
-Era parte de la tortura."
Pasamos unos minutos en silencio. Ella, con un suspiro, coloca la perla en su sitio, y se acerca más a mí.
-¿Y bien?¿Qué vas a hacer?-le pregunto.
-Me quedaré aquí....si no os molesta...., en realidad, no tengo un lugar específico a donde ir o pertenecer.
-¿Y el Distrito 7?
Johanna rió.
-Es como el agua....sólo sirve para rememorar los recuerdos y temores del pasado- sonríe tristemente-. No he permanecido allí mucho tiempo....he estado viajando por los distritos.....hasta una vez me hospedé en el Capitolio ¿sabes?
-¿Y cómo es? Ahora...me refiero.
-Diferente. Esplendoroso. Magnífico. Y cómodo, muy cómodo. Te dan ganas de quedarte a vivir para siempre allí- bromea-. También visité a Annie una temporada.
-¿En serio? Peeta igual...y después yo me le sumé.
-Sí. No fue hace mucho.....tendrá ¿un mes, mes y medio?
-¿Viste lo mismo que yo?-pregunto de repente.
-Si te refieres a que vi a mi amigo reflejado en los ojos verdes de ese niño de cabello bronce...sí, sí lo vi......-se aclara la garganta y se irgue un poco más- Pero no nos vamos a poner a lloriquear como niñatas tontas. Vamos, que Peeta ya nos ha de estar esperando.
Asiento con la cabeza. Ella pasa a un lado de mí y se dirige a la puerta....pero antes de salir, se vuelve y me mira a los ojos:
-Katniss....cuida el amor que tienes ahora....- me sonríe. Parece condescendiente, amigable.....- porque si no, repetiremos lo del ascensor y ya veremos a quién prefiere Peeta cuando terminemos-....y tan perfecto para ser real.
Pero esa era la Johanna Mason que conocía. La inigualable y única Johanna Mason.
Por primera vez, el comentario sarcástico no me lo tomé mal. Me reí y caminé hacía a ella. Le di unas palmaditas en el hombro.
-No estés tan segura, Mason. Ahora camina, descerebrada.










-Vale, es que sigo sin pillarlo- rió Peeta, limpiándose las manos con un trapo de cocina- ¿Me estáis diciendo que ustedes dos son amigas ya?
-¿Yo?- replicó automáticamente Johanna- ¿Amiga de ésta descerebrada?- me señala con ademán exagerado- ¿Estás de broma, Peeta?
Él soltó una carcajada.
-El que hayan regresado sin un solo rasguño o no estando molestas lo explica todo- sonríe.
- Era mi suministro de morflina cuando estábamos en el 13....tenía que entablar una relación con ella ¿no crees?-razona Johanna. Me guiña un ojo con una sonrisa ladeada.
-A mí no me engañas, Johanna.....te agrada Katniss, lo sé- la contradice Peeta, con un tono sugestivo.
-¿Así es siempre?- me recrimina Johanna, señalando a Peeta y viéndome con la cejas enarcadas.
-Uff. Siempre- contesto con una sonrisa- le encanta fastidiar a las personas con bromas absurdas.
-¡Oye!- ríe y me golpea suavemente el hombro- ¿Quién es el que hizo la cena, eh? Más respeto para el cocinero....
-Vale. No quiero comer las sobras que le das a Buttercup- río, me acerco a él y le planto un beso en la mejilla-....¿Sabes? Me encanta cuando te enojas....
-A mí no tanto- contesta a él, pero sonríe.
-Pero a mí sí- río y le beso los labios. Él me corresponde el beso, tomándome de la cintura para pegarme más a él.
-Oh, por favor, ¡paren ya! que me están haciendo sentir nerviosa. Todo es muy dulce para mí que voy a vomitar- dice Johanna, asiendo una mueca de asco.
Me río.
-Vale, es mejor que empecemos a comer.....¡Tengo tanta hambre!
Pasamos una cena formidable. La verdad.....las risas que nos saca Johanna Mason llenan el silencio que a veces suele haber cuando comemos.
Después de terminar de cenar, Peeta saca unas galletas que había puesto en el horno y prepara un poco de chocolate.
Así que, los tres nos dirigimos a la sala a sentarnos a conversar y disfrutar de esta pequeña merienda.
-Por cierto,- en algún momento, Peeta empieza a hablar- Katniss ya hace y hornea pan y galletas deliciosas- me adula.
-¿Ella?¿La misma que tengo en frente?-pregunta Johanna.
-Esa misma- sonríe él.
-¿Y no quemó nada?
-¡Ah!¡Por favor!¡¿Por qué siempre preguntan si llegué a quemar algo?!-me quejo.
-Porque- empieza Johanna- no podemos burlarnos de lo bien que tiras con el arco, así que utilizamos tu innato talento para la cocina.
Peeta ríe, pero abre su boca para decir algo.
-En realidad, no es tan mala como pensamos- sonríe.
Lo miro con ternura mientras una sonrisa se forma en mis labios al tomar un poco de chocolate caliente.
Pasó algún tiempo antes de que me quedara, apoyada en Peeta, profundamente dormida.
La noche anterior de verlo dormir me cayó como un balde de agua fría y cerré los párpados casi sin darme cuenta.
Desperté, más tarde.
Supuse que no había pasado demasiado tiempo desde que me dormí, porque Peeta no se hallaba en la cama, y una luz surgía entre el hueco que dejaba la puerta entre abierta.
Miré el reloj, comprobando lo que andaba pensando.
Bostezando, me incorporé de la cama y fui directo a las escaleras. Medité, unos segundos antes de bajar, si era mejor esperar a que él subiera, pero también tenía un poco de sed. Volví a bostezar mientras comenzaba a bajar.
Iba descalza, por eso mis pasos no sonaban en lo absoluto.
Estaba por entrar en la habitación principal cuando una conversación hecha por murmullos me detuvo.
Sé que no era bueno espiar....¿por qué hacerlo, si no había nada que ocultar?....Pero, tuve la sensación de que si murmuraban era por algo y de que, si yo llegaba a aparecer, se callarían de inmediato.
Me pegué en la pared, y contuve la respiración.
-Así que es eso lo que pasa, eh- oí susurrar a Johanna.
-Sí- casi pude ver a Peeta asentir. Haciendo un ligero movimiento de cabeza y dejando caer los párpados un poco como siempre lo hacía él -Pero no sé qué hacer, Johanna...
-Estoy segura de lo que vas a hacer.....sé que harás lo que creas mejor....nada más que no te convence mucho la idea.
Él suspira.
Trato de asomar un poco la cabeza para verlos mejor. Lo consigo y visualizo a Johanna sentada al lado de Peeta. Éste tiene las manos en el regazo y mira a Johanna a los ojos, como si se comunicaran con la mente. Por fin retira la mirada y se pasa las manos por el cabello.
-No podía haberlo resumido mejor. Pero quiero pensar un poco más antes de.....- Peeta deja la frase inconclusa.
-Decírselo- completa Johanna.
Inhalo con fuerza al notar que están hablando de mí.
Quizá, el sonido de una respiración es leve si lo comparamos con otras cosas, pero, en un silencio sepulcral, hay mucha diferencia.
Eso basto para que, por lo menos, Johanna volviera la cabeza en mi dirección.
Creo que logré escabullirme antes de que me viera allí. Subí rápidamente las escaleras, procurando ser sigilosa.
Me acosté en la cama y me tapé completamente, analizando si ella pudo haberme visto antes de desaparecer.
No podía dormir, dándole vueltas a mi cabeza las palabras que mencionaron ellos dos.....¿De qué hablaban?¿Qué estaba pasando que no sabía yo?
Después de lo que me parecen horas, oigo cómo alguien entra en la habitación y apaga las luces.
Cierro los ojos, finjiendo dormir.
Peeta se acerca a mí y me acaricia la mejilla con suavidad. Me la besa antes de tumbarse junto a mí y cubrirse con las mantas.
Tengo unas ansias enormes de volverme y abrazarlo para corresponderle el gesto con un beso también.
Pero me quedo inmóvil, quieta.
La sensación de que me oculta algo no me deja moverme de mi lugar.






Para los que se andaban preguntando sobre si lo que oculta Peeta ya había quedado olvidado.....
¡Había que alimentar más la intriga!




Ah, tributos....entonces ¿Qué me dicen del capítulo?

¿Les gustó?¿Les enamoró?♥¿Les aburrió?¿Lo odiaron?¿Sí?¿No?
¡Decidme lo que quieras en los comentarios!♥
Contarme qué les pareció, anda, anda...


Espero que el capítulo os haya gustado!♥


Me tengo que ir. 

Les deseo una buena semana, día, lo que sea :)♥
Mil besos y azucarillos para ustedes, mis lectores!
 Chao



                                            Con Cariño♥

                                                           Vuestra Escritora♥
                                                                              Meena♥













domingo, 9 de febrero de 2014

Diente de león: Capítulo 4- Punto de vista de Peeta.ツ

Hola,Hola, azucarillos!♥
Es domingo y....se supone que hoy no es día de capítulos de Peeta....pero ¡Esto es una excepción! Ya que hace tiempo que no subía el cuarto. ¿Okay?
¿Estáis emocionados?
Oh, he visto que les ha gustado mucho el capítulo 36! Terminando de publicar esta entrada me dirijo a responderles vuestros comentarios!♥
Hablando sobre el cap, repito: he tenido que resumir la historia un poco para que lleguemos rápido a donde va la actual historia de Katniss.
Ah! Hoy será mencionado un personaje de Los Juegos del Hambre en el capítulo. Léanlo y descubran quién es. ♥
Queridos lectores, disfruten del capítulo ¡Y no se olviden de comentar!










Capítulo 4: La realidad es mejor que los sueños...






A pesar de que ya no evitaba el contacto con Katniss, (si no al revés, trataba de mejorar la relación entre ella y yo) el primer cambio que noté ,sobre todo, fue éste:
Dejé de llamarla "Katniss Everdeen".
A lo que me refiero es que en mi mente seguía mencionándola de esa manera, como si no fuera una conocida mía y sólo alguien del que oí hablar alguna vez.
Ahora simplemente era "Katniss" seguido de una sonrisa y un calorcito creciente circulándome por la sangre.


Habían pasado algunos días desde mi llegada.
Justo en este momento me encontraba mirando el techo, acostado en la cama, rodeado de oscuridad. Como en mi primer día aquí......excepto por una cosa.
Entre mis brazos, acurrucada, se hallaba Katniss, profundamente dormida.
Aquí. Conmigo.
Me encantaba verla dormir.
Varias veces temía que se fuera a despertar súbitamente y que me encontrara espiándole. Pero era inevitable no contemplarla cuando la tenía cerca de mí. No dormía con tal de observarla.....aunque, sin engañarnos, tampoco dormía por las pesadillas.....
Era más fácil  pensar me la pasaba en vela por ella. La idea no era tan tormentosa.
Me dí cuenta que el tiempo pasó muy rápido al recordar la fecha en la que nos encontrábamos.
Todo se debe a Katniss...
 Se podría decir que había olvidado el significado de "pasársela bien". No podía recordar con claridad la última vez que me divertí, una de las razones es porque ésta borrosa ocasión era muy lejana.
Así que, al pasar un día con Katniss, me sentí tan bien que parecía ser que era la primera vez que conocía el verdadero significado de la oración ya antes mencionada.
Como me di por vencido en el asunto del auto-control, no puse más trabas para empezar a querer a Katniss; quería una oportunidad para ver hasta dónde ésto podría llegar. No sólo por ella, sino también yo.
Aunque, cuando mi cabeza empezó a cavilar la idea de un futuro a lado de Katniss, casi me derrumba de mi asiento la felicidad que me golpeó, como una ola de calor.
Todo empieza a mejorar.
Una idea que pensé que no tendría hasta haber pasados algunos meses después de mi recuperación.
Recuerdo que ese primer día con ella, me pidió que me quedara a su lado por la noche.
Hasta mis impulsos más irreflexivos dudaron. Por un lado, ansiaba la idea de sentir mi piel rozando la suya....pero, por el otro, ¿Y si llegaba a pasar algo?
Cuando me encontraba internado en el Capitolio, los flashbacks aparecían con mayor frecuencia en la noche que en el día. Otra razón por la que tengo las ojeras muy pronunciadas. No podía cerrar los ojos por estar alerta a que apareciese uno de ellos.
Por eso decliné la oferta de Katniss esa noche.
Al paso de los días, y de verificar que ningún flashback volvía a aparecer, me relajé lo bastante como para acceder, por fin, a dormir junto a ella.
Así que, allí estaba, abrazándola entre la oscuridad.
Verla, de repente, me hace recordar lo que pasó hace apenas unos pocos días.



Esa mañana desperté sintiendo que me habían dado un puñetazo en el estómago. Claramente, no había nadie a quién abrazar para que amortiguara el dolor de los recuerdos.
Cuando salía de mi habitación, con una inhalación profunda, decidí que era la hora de enfrentarme a la realidad. Caminé en dirección a las demás habitaciones, en lugar de ir hacia las escaleras. Entré en la primera que seguía a mi cuarto. Prendí la luz y en eso noté las motas de polvo y olvido volando a mi alrededor. Un olor familiar me llegó a la nariz. La habitación de mis padres.
Me sorprendí de que no había demasiadas cosas, sólo unas cuantas prendas de ropa dobladas, metidas hasta el fondo del closet. Corrí las cortinas y apagué la luz artificial, para dejarle al sol que iluminara todo. La cama estaba bien hecha, como el día en el que nos entregaron esta casa. La única diferencia de ese entonces, eran los dos marcos de fotografía sobrepuestos en cima de ambos burós que flanqueaban la cama. Tomé la primera que encontré.
En ella se podía apreciar a tres  niños: mis dos hermanos y yo.
Siempre fui el más pequeño. En medio, con mis hermanos a mis costados, me veía insignificante. Todos reíamos. Sonreí ante el recuerdo de ese día. Nos hallábamos en la panadería, decorando un pastel de pedido para una celebración del alcalde, la fiesta de cumpleaños de su hija, Madge. De allí que tuviera los dedos manchados de rosa, por andar decorando el pastel. Más tarde, acompañé a mi padre a hacer la entrega. El mismo alcalde nos recibió, y, detrás de él, una pequeña niña de cabello rubio asomaba la cabeza. Vi cómo se le iluminaron los ojos al ver su pastel. Mi padre también lo notó, a lo que comentó:
-Lo decoró mi hijo, Peeta- sonrió, orgulloso. Me encantaba que estuviera orgulloso de mí, ya que, a veces, era la única persona que lo demostraba. Me hacía sentir que era valioso.
Madge se acercó a mí, dando pasitos inseguros. Sabía su nombre porque, a parte de ser hija del alcalde, era la niña que a veces se juntaba con Katniss.
-Gracias- susurró, y bajó la cabeza con un rubor pequeño en las mejillas.
-De nada.....Feliz cumpleaños- contesté, sin saber qué más agregar. Sonreí como un tonto.
Pero Madge notó que yo también me sonrojaba, y me correspondió la sonrisa antes de alejarse corriendo.
Sacudí la cabeza, sosteniendo el cuadro con ambas manos. Noté que se me había acelerado el corazón un poco, y tenía que parpadear porque, de repente, los ojos comenzaban a escocer.
Todo gracias al recuerdo.
Saqué el aire que llevaba conteniendo y caminé a tomar la segunda foto. Ahora era la familia completa. Mis padres, mis hermanos y yo. La contemplé, evitando rememorar la ocasión en la que nos la tomamos, para no alterarme de nuevo.
La segunda habitación, la de mis hermanos, parecía más vacía que la de mis padres. Si no me equivoco, había dos literas, pero sólo se encontraba una ahora. Esta vez nada de objetos olvidados, sólo las cortinas corridas y silencio.
Todos se habían decidido por volver a vivir a casa. A nuestra verdadera casa.
De todos modos, si moría en el Vasallaje, los iban regresar allí, supongo que se adelantaron....O...o..
No creyeron que sobreviviría otra vez, no de nuevo.
Por alguna tonta razón, eso hace que el corazón se me encoja. Porque ellos pensaron que tal vez no me volverían a ver vivo.......Y resultó lo contrario.
Bajo al primer piso, sin revisar la última habitación.
Llegué a la cocina. Sabía que tenía que desayunar, pero sentía que terminaría vomitando cualquier comida que ingiriera.
Salí, precipitado, de mi casa. Necesitaba liberar esa opresión que sentía en el pecho.
Corrí hasta el único lugar a donde mis pies podían llevarme.
Las cenizas se alzan con mis pasos, esquivo los escombros de lo que alguna vez fue el Distrito 12.
Pienso en mi familia, en toda la gente a la que conocí, y a la que no, en todos los niños que veía en la cosecha.....y en la pequeña niña rubia para la que decoré un pastel de cumpleaños.....todos ellos....
Me niego rotundamente a que estén muertos....No, no puede ser.....no.....
Paré al estar frente a la panadería, o más bien, caí de rodillas, y el hollín formó un aura negra al rededor de mí.
Y, ahora sí, las lágrimas afloran de mis ojos sin ninguna ayuda.
No sé cómo llego a apoyarme de un tronco que se encuentra por allí, me siento en él con suspiro. Escondo mi cabeza entre mis manos hasta que se han acabado las lágrimas. Sé que ya han pasado horas desde que estoy allí, el calor del sol que me pega en la espalda me indica que éste se encuentra en su punto más alto.
Por fin, levanto la cabeza, limpiándome el rostro, clavando la mirada en la panadería.
Pasa otro largo tiempo más hasta que escucho a mis espaldas unos pasos que vienen hacia mí. Se me ocurre voltearme y ver quién es, pero no quiero, no quiero moverme, porque estoy en medio de una crisis, a punto de estallar, y me siento impotente.
Alguien me toca el hombro. De reojo veo un cabello oscuro y largo. Ella se sienta a un lado de mí y me toma la mano.
Ese tacto. Esa sensación....
Katniss....
Es culpa de ella mi dolor, mi perdida........
Katniss....¡no!...
¡No!
¡Vete, por favor, no...!
Deseo con todas mis fuerza decirle que se vaya, advertirle que no quiero que me vea así.....pero no me quiero volver, porque si veo sus ojos....... será el detonante perfecto para que inicie la locura.
Tranquilízate, Peeta. Respiro, contando silenciosamente, como me enseñó el Dr. Aurelius que hiciera cada vez que me quería dar un flash-back.
Después del 100....empiezo a relajarme.
-Katniss....- musito. Compruebo ,con cierto alivio, que la sensación de descontrol se ha ido.
Aunque la tristeza, el dolor, y la melancolía  persisten.
-Dime, Peeta- su voz se me antoja tan lejana, se parece a la de mis sueños.....¿Esto será un sueño?
-Mi familia....murió...¿real o no real?- titubeo.....sabiendo lo que me va a contestar. Quiero llorar de nuevo, pero no puedo, no con Katniss observándome.
-Lo siento, Peeta, pero...real.
Ya me lo esperaba.
Lo que no me esperaba fue su abrazo.
Sus brazos me reconfortan, sus muestras de cariño......¿Hace cuánto fue la última vez que recibí cariño?
Es inevitable que unas gotas saladas se me escapen de nuevo. Trato lo mayor posible esconder mi cara. La abrazo con más fuerza, ya que parece que éso me ayuda a aguantar las lágrimas.
Logro dejar de llorar. Respiro con fuerza sobre su hombro. Suspiro.
-Katniss....-suelto de repente-.....Siempre estarás conmigo ¿Real o no real?
Esa pregunta siempre se la repito en mis sueños. En donde ella aparece con una bata blanca, una media sonrisa en los labios, y el cabello suelto. Una aura de luz la rodea y ,cada vez que se acerca a mí lo suficiente,  le pregunto: Siempre estarás conmigo ¿Real o no?
Y estoy acostumbrado a que el sueño se convierta en pesadilla.
Ríe, con una risa que no es suya, una más malévola, niega con la cabeza.....
No...nunca lo haría...
Luego el mundo se rompe en mil pedazos.
He dejado de respirar mientras espero su respuesta. Ella se concentra en mis ojos para decirme, por fin, su contestación.
-Real....siempre estaré contigo.
Sonrío todo lo que deja la tristeza. Acerco su cara a la mía, y le beso los labios.....
Porque, por primera vez, la realidad es mejor que los sueños.....



Un grito me despierta de mi ensoñación.
Se me forma un nudo en la garganta al oírlo.
Katniss grita....
La oscuridad me desorienta un poco, pienso que es una pesadilla mía pero en realidad no he cerrado los ojos.
Noto cómo ella se revuelve en mis brazos, y un grito vuelve a romper mis oídos.
Me duele oírla gritar.....
Tiene una pesadilla.
-¡Katniss!¡Katniss!- le tomo de los hombros para sacudirla- ¡Despierta!
En eso, ella abre los ojos.












¿Y bien? ¿Se acuerdan de qué capítulo iniciaba con las últimas líneas?



¿Qué les pareció?¿Les gustó?¿Les enamoró?♥¿Les aburrió?¿Lo odiaron?¿Sí?¿No?

Ponerme todo lo que quieras en los comentarios!


Me despido, espero que en su semana les vaya bien.♥


Para el viernes, el capítulo 37 ¡Anótenlo en su agenda!♥


Mil besos.♥



                                 Con Cariño♥

                                             Vuestra Escritora♥
                                                                      Meena♥




sábado, 8 de febrero de 2014

Te recomiendo.....¡Un libro!

The Book Thief



Hola, Lectores!
Bueno, hoy entré al blog y noté que hemos llegado a los 36 seguidores......y ayer publiqué el Capítulo 36 (por cierto, ¿ya lo leyeron? y si no ¿qué esperáis?). Se me hizo una coincidencia muy peculiar :3
Así que, para cambiar un poco la temática, hoy les traigo la recomendación de un libro. (Ya lo han de haber visto en el título jajajajaja pero lo vuelvo a repetir)
Aviso, sólo es una recomendación. No es una reseña.
O, bueno, básicamente lo que haré será poner el nombre, el autor, la sinopsis, y una pequeña opinión de él. También vendrá con una anécdota de cuando lo leí, o algo parecido.





Título: La Ladrona de Libros.
Autor: Markus Zuzak.


"Erase una vez en un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón, y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con estas palabras escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable."







No hace mucho que he leído el libro. Hace nada salió la película, algo que me impulsó a comprármelo, ya que estaba pendiente en mi Whish list.
Había leído una críticas tremendamente buenas....así que dije ¿Por qué no?
Sinceramente, me hice con él en...no sé ¿3 días? Creo que fueron 4. :) Y es que no podía dejar de leer.
¿Ya han leído algún libro que trata sobre temas de la 2 Guerra mundial? Yo, el único que he tocado, es el "Niño del pijama de rayas" (Todavía no he leído El Diario de Ana Frank....lo sé, mátenme)
Sin embargo, a pesar de que "El niño del pijama de rayas" me gustó mucho, hasta ahora "La ladrona de libros" consiguió robarme el corazón. ¡Me encariñé demasiado con la historia!¡Con los personajes!¡Con todo!
Tiene "Pequeños detalles" que lo hicieron especial para mí.
Maravillada es la palabra que me describe al terminarlo.

*Un pequeño detalle*
Mi personaje favorito es Rudy


Este libro es perfecto para tomarse un pequeño descanso de la ficción, la aventura, o lo paranormal. Es hermoso, y cautivador, en lo que a mí respecta.
Me encantó. Lo amé completamente y lo volvería a leer.
 Algo que tengo que resaltar es que hizo lo que me espero siempre de un libro: que me haga sentir como si la historia fuera real y todos los sentimientos en ella también.
Darle una oportunidad, a ver si hace lo mismo con ustedes también :)




*Una pequeña frase*
"No puedes quedarte allí sentado esperando a que el nuevo mundo se adapte a ti, eres tú el que tiene que adaptarse....A pesar de los errores pasados"







Entonces,  ¿Qué me dicen, lectores? ¿Se animan a que la historia de Liesel les robe el corazón como ella lo hacía con los libros?
Espero que lo hagan :)







                                                      
Un beso. 


                                                                                          

jueves, 6 de febrero de 2014

Capítulo 36♥

Hola, hola, mis dientes de león!
¿A que me extrañaron?¿Sí, verdad?
Ay, Lo siento......creo que la mayoría de los capítulos los inicio con unas disculpas....¿ya estáis acostumbrados?
Es que no me tendría que disculpar si hiciera las cosas bien! Pff!
La escusa es, sencillamente, (aparte de que no he tenido tiempo) he estado en las nubes. Sí, así como lo oyen....o leen. Bueno, ¿quieren que les cuente algo? Okay.
Pues, he leído varios de vuestros comentarios diciendo que si escribiré otra historia aparte de ésta......¡Claro que lo he pensado! Mil veces, de hecho. Así que, últimamente ha surgido una idea que voy cavilándola con el paso de los días....y como estoy tan metida en ella, no podía concentrarme lo suficiente para escribir el capítulo.
Tal vez, más adelante sabrán de la idea que tengo, y me dirán qué les parece. ¿Okay? :3
Pasemos al capítulo de hoy.
Espero, espero, y espero que de verdad compense el tiempo en el que tardé subirlo.
Ah, por cierto! ¿Recuerdan que pedían "momentos fuertes en la historia"? Bueno, siendo sincera, no tenía planeado nada parecido hasta, quizás, el final de la historia, pero...ay, cómo decirlo, una ¿adelantadita? mmmm.....mejor lean el capítulo :)♥
Hay un momento Everlack♥, preparense, shippers. Jajaja ok no.
También os aviso que el sábado tendrán el cuarto capítulo de la historia de Peeta :)♥
Sin nada más que agregar, disfruten de la lectura.♥
¡Y COMENTEN!










Una canción para que la oigan mientras leen.
Se llama "I Know You Care" de Ellie Goulding.
No es la más aferrada al capítulo, pero me encanta.
Escúchenla.




"...soy demasiado mala para las declaraciones de amor, lo sabes, yo lo sé. Pero....si quiero demostrarte todo lo que te amo, me arriesgo a decir estupideces con tal que sepas lo mucho que te aprecio."-Katniss.














Capítulo 36: Palabras perfectas, y otras cosas que me encantan de él.




El mes de octubre comienza.
Viento. Frío. Algo de lluvia. Y más frío.
Aquí es donde tengo que aceptar que dormir junto a Peeta es una grandísima ventaja en los meses que se aproximan.....Aunque, si lo pienso bien, no es ni mucho menos la única.
Calidez es la palabra que desprenden sus brazos cada vez que me rodea con ellos. No puedo evitar, cuando siento frío, colocar mi cabeza sobre su pecho y enrollar mis piernas con las suyas, más como si tratáramos de ser uno en vez de dos. Me encanta.
Esta vez abro los ojos en medio de la oscuridad. El sonido del viento estampándose contra la ventana me despierta. Me quedo quieta un rato, oyendo cómo habla el aire.....es ¿un silbido?¿Un susurro?¿O un siseo? No lo llego a comparar.....es cómo si el viento tuviera su propia voz.
Me sorprendo cuando me doy vuelta y veo que no hay nadie en la cama aparte de mí. No lo había notado al estar comida por las grandes mantas que me cubrían.
Suspiro.
Retiro las cobijas y me siento en la cama. Unos minutos después ya estoy parada, y mis pies, enfundados en calcetines, tocan el helado suelo. Un escalofrío me recorre el cuerpo, esto hace que coja una manta y me la eche a los hombros antes de salir de la habitación.
Bajo las escaleras, yendo directo al estudio que tiene la casa.
Sé que allí lo encontraré.
Abro la puerta.
Sólo la luz del fuego que crepita dentro de la chimenea es lo que ilumina el cuarto. A unos metros de mí está un caballete que sostiene un lienzo apenas empezado. La caja de pinturas, abierta completamente, se encuentra a la izquierda de éste; alcanzo a ver los diferentes pinceles, de todos los tamaños, ordenados del más pequeño al más grande, o dependiendo de la brocha. Observo con detenimiento el cuadro por unos segundos, no es más que colores y más colores combinados, pero aún sin forma definida. Supongo que Peeta lo habrá empezado esta misma noche.
Él decidió, hace algunos días, que quería volver a pintar.
Ambos buscamos en su casa el viejo equipo de pintura que tenía. Cuando lo encontramos, nos llevamos una cierta decepción.
Por el paso del tiempo, muchas de las pinturas se habían terminado secando, desgraciadamente tiramos un poco más de la mitad.....y lo que quedó tampoco terminaría durando mucho. Sin embargo, él dijo que lo que tenía le servía y no se dejó entristecer. Desde allí, algunas noches, viene al estudio a pintar.
Me acerco al sofá para encontrarme con un Peeta profundamente dormido.
Me río al ver que tiene la mejilla manchada de pintura violeta. En automático observo su mano, que también está pintada del mismo color. Una mota del color de un moratón en su pálida piel. Ha de ser que se frotó la cara cuando dormía y no se dio cuenta de nada.
Le acaricio la parte del rostro que no está salpicada de pintura. Medito si limpiarle o no, pero lo despertaría.....no quiero eso, ¡se ve tan tierno cuando duerme! Mis manos pasan por su cabello rubio. Noto que tiembla, así que me quito la frazada de los hombros y lo acobijo con ella a él.
Sonríe entre sueños. La forma en la que curvea ligeramente sus labios hace que algo dentro de mí quiera dejar un beso en ellos.
Me abstengo de la idea, así que tomo una silla y me siento a verlo dormir. Pienso en las muchas veces que él ha hecho lo mismo conmigo. La verdad es que no veo nada de interesante que haya en mí al dormir, digno de admirar; pero....en él.... hay algo hechizante que me atrae como un imán.
Mi estómago se contrae por una emoción placentera: felicidad. Aunque también puede ser amor.
No sé, cada vez que miro a Peeta ambas me atacan al mismo tiempo como para saber cuál es cual.
¿Por qué me sigo sorprendiendo de la sensación de estar enamorada? piensa mi mente.
La habitación se va iluminando poco a poco conforme van pasando los segundos.
Con un suspiro me levanto y voy a depositar la silla enfrente del caballete, que es en donde estaba.
Mis ojos van a dar al estuche de pinturas de nuevo, luego vuelvo la cabeza para ver a Peeta y después tomo a consideración el día en el que estamos.
Sonrío, pues se me ha ocurrido una idea. Así que, no sin antes pasar mis dedos por el cabello de él una última vez, me voy corriendo hacia el teléfono. Lo cojo con desesperación y rápidamente marco en él. Llamo a Effie, que contesta con una voz risueña y cantarina, llena de felicidad,igual que siempre. Le cuento la idea que tengo y ella accede encantada. Por último, me despido y cuelgo.
Como apenas ha amanecido, y Peeta está dormido, decido hacer el desayuno yo sola, una sorpresa para cuando se despierte.
Pongo en práctica todo lo que me ha enseñado. Más de una vez deseo que él estuviera a mi lado, diciéndome qué hacer o reprendiéndome sobre lo que hago mal.
Hago lo que puedo, pero al final todo a resultado mejor de lo que esperaba.
Ya terminada la comida, voy al jardín de atrás, enjuago un jarrón color esmeralda, lo lleno por la mitad de agua; corto algunas prímulas para depositarlas en el florero.
De camino a la cocina,voy tan concentrada en las flores, y en la canción que andaba tarareando, que choqué con su alta figura a la entrada del comedor.
Sonreí a su reproche de sorpresa.
-Eh, ¿quién es el que duerme hasta tarde ahora?- me reí-. Buenos días, bello durmiente.
-¿Bello durmiente? ¡Qué tonterías dices por la mañana, Katniss!
-Digo la verdad ¡Te ves tan lindo cuando duermes!- lo esquivo y coloco en florero en el centro de la mesa.
-Oh, Dios, lo siento. Me quedé dormido en ése sofá y ni sé cómo- una sonrisa resplandeciente se formó inesperadamente en su boca-. ¿Sabes? Recuerdo que tenía frío, pero luego desperté y vi ésto- se quita la manta de los hombros- tapándome.
Se acerca a mí y me planta un beso en la mejilla dulcemente mientras me rodea con sus brazos.
-Gracias- susurra en mi oído.
-No hay de qué- sonrío.
-Bien. ¿Y qué haces?- me pregunta.
-El desayuno- contesto.
-¿Cocinando?¿Tú?- hace una mueca exagerada- ¿No has quemado nada?
-¡Callate!- le doy un golpecito en el hombro, riendo un poco- No se me da mal. Todo gracias al maestro que me ha enseñado en los últimos meses.
-¿Y quién es él? ¿Lo conozco?
-Creo que no.
-Oh, Katniss, me estás poniendo celoso ¡Dime quién!
-¿Para qué lo quieres saber?- me vuelvo para sacar los platos y empezar a servir.
-Porque- me abraza por detrás, impidiendo que sirva- tu mirada se ilumina cuando hablas de él.....Déjalo, ya los sirvo yo.
-¿Si te lo permito, dejarás de estar celoso?- dejo caer los párpados y acerco mis labios lo suficiente para que acaricien los suyos.
Asiente, sonriendo.
Me siento en la mesa, esperando a que él me acompañe.
El desayuno es algo acostumbrado y monótono, algo que hacemos siempre de la misma manera cada día..... pero, al mismo tiempo, es como si cada momento con Peeta fuera diferente aunque sea por un insignificante detalle.
Sólo sé que pasan algunos minutos desde que estábamos en la cocina, pero ahora me encuentro tumbada boca arriba con la cabeza recostada en su regazo. Ambos tendidos en el sillón de la sala.
Él me acaricia el cabello. 
Cómo me encanta que haga eso.
El silencio que nos envuelve es dulce y suave. Decido romper con él.
-Ya se acerca tu cumpleaños....¿sabes? haré un gran tarta....¿de qué sabor te gustaría?
-¿Podrás sola con ella? ¿Sin mi ayuda?- niega con la cabeza- Además....ya no es sorpresa si me lo dices- sé que sonríe.
-No me has contestado.
-Chocolate. Nada novedoso.
-Lo anotaré en una nota mental de mi cabeza, sí.
-¿De verdad la piensas hacer?
-¿Por qué no?- me acomodo de tal forma que sus ojos chocan con los míos.
-Es un gran detalle, pero no es necesario gastar esfuerzos tuyos, Katniss......No debí decirte cuándo era mi cumpleaños hasta haber pasado la fecha.....
-Tú celebraste el mío a pesar de haber pasado ya. ¿Tú crees que no habría hecho lo mismo por ti? así que no hubiera tenido caso que me dijeras después.
Suspira.
-Bien. Pero ¿me prometes que no harás nada más que una tarta de chocolate? No quiero que te desvivas por mí.
-Claro, no tenía otra cosa planeada en la cabeza-sonrío inocentemente.
La verdad es....que sí, más que un pastel de cumpleaños tenía en mente......
-¿Qué pintabas ayer?-pregunto, cambiando la dirección de la conversación.
-Uno de mis sueños- respondió.
-Algo más específico no vendría mal- dije y él rió.
-Ahg! ¿Qué quieres que te diga? Amm, pues te pintaba...a ti- ríe y se sonroja un poco.
-¿Sueñas conmigo?
Sentí cómo tomó aire; desvió un poco su mirada y me contestó unos segundos más tarde.
-Todo el tiempo- sonrió, a pesar de que su voz se oía lejana-. Katniss....
-¿Sí?- me levanto y me siento junto a él. Me estiro un poco para rodearle el cuello con los brazos y acercar más su rostro al mío.
Nos miramos durante un largo rato, sin apartar la mirada. Peeta ríe levemente y su mano se dirige a acariciarme el cabello nuevamente.
-Se me ha olvidado lo que tenía que decirte.....-sonríe-. Verte a los ojos es suficiente para que cualquier cosa que piense se vaya con rapidez y sólo quedes tú.... sólo tú.
Nuestras bocas se juntan en un beso. Disfruto la sensación de sus labios. Es como si tuvieran sabor...y fueran mi sabor favorito. Sus manos recorren mi cintura hasta cruzarse en mi espalda. Me da un empujoncito para juntarme más con él.
El beso se intensifica cada vez más, con cada respiración.
Acabo sentada en sus piernas, sin saber cómo en realidad lo hice. Mis dedos recorren su pelo, luego bajan a su cuello y terminan en su espalda; se deslizan debajo de su playera, tocando el contorno de sus piel y sus músculos.
Él deja besos en mis labios hasta pasar a mi cuello y de allí a mi clavícula. Sonrío por un placer jamás sentido antes. No pasa mucho tiempo antes de que mis labios encuentren camino a los suyos de nuevo.
-Peeta...-musito en una exhalación.
-¿Mmm?
Me doy cuenta que en realidad no tenía nada qué mencionar. Su nombre salió más como un suspiro mismo que como su llamado.
Se nos olvida tan pronto como pasan los segundos.
El largo cabello me cae sobre los hombros. Se me ha desecho la trenza que traía desde la noche. No me importa mucho que digamos.
Ambos caemos acostados cuan largo es el sofá, riendo un poco entre besos.
Mis manos acarician su espalda, bajan a la parte de su abdomen y le levantan un poco la playera blanca que trae puesta. Sin su permiso, la tomo y de un tirón la desplazo hacia arriba. Él se deshace de ella con una facilidad absoluta.
Le abrazo con fuerza, besándole el cuello. Mis brazos se ponen en contacto directo con su piel.....Es tan fresca, y huele tan bien.....que no me dan ganas de separarme para nada.
Siento su mano sobre mi hombro, y el tirante de la fina blusa que traigo como pijama deslizarse por el costado del brazo. Me separo unos segundos, jadeando, tratando de respirar con normalidad aunque no pueda.
Por muy imposible que sea, esta vez sus ojos no me atrapan como siempre.
En Peeta siempre he encontrado algunas cosas que sé que me pueden poner de cabeza, que me encandilan lo bastante como para preguntarme si no estoy ya en la demencia. Una de ellas es su sonrisa....cada vez que la esboza me dan ganas de besarle sus suaves labios. Otra son sus ojos......tengo la sensación de que podría verlos horas y horas y aún así no hartarme de ellos. O las palabras que dice....siempre tan perfectas, tan exactas para hacerme sonreír, reír, enojarme o amarle. Pero, ésto es nuevo, un nuevo nombre a la lista de cosas que me encantan de él. Y, como decía, esta vez era su cuerpo lo que me llamaba ávidamente.
Seguíamos mirándonos. Alboroté sus adorables rizos rubios con los dedos, y sonreí de lado.
-Peeta....no sabes cuánto te amo. Y soy demasiado mala para las declaraciones de amor, lo sabes, yo lo sé. Pero....si quiero demostrarte todo lo que te amo, me arriesgo a decir estupideces con tal que sepas lo mucho que te aprecio.
Sonrió.
-Katniss......Eso fue perfecto. Ninguna estupidez.
-¿Me ama usted, señor Mellark?¿Real o no?Porque no lo he oído decir nada- hice un puchero al momento de besarle de piquito los labios con una sonrisa en mi rostro. Peeta rió.
-Real, señorita Everdeen. Incluso siento que la amo más de cómo lo hacía hace más de 10 años.....
Allí está. Palabras perfectas.
Como si llegáramos a un acuerdo silencioso, reanudamos los besos y las caricias.
Peeta me levanta del sillón. Enredo mis piernas alrededor se su cintura, sin separar su pecho del mío. Siento los latidos acelerados de un corazón debajo de mi piel, sin poder determinar si son los míos propios, los de él, o los de ambos.
Damos tumbos para llegar a la escalera. A pesar de que estoy riendo, y disfrutando de cada uno de los besos apasionados que afloran en nuestros labios, una vocecita me grita lo que pasará al llegar al cuarto. Por un momento, el estómago se me contrae de miedo e inseguridad.....
Y de nuevo está él, acariciándome los labios.....se me olvida todo. Me relajo y me dejo llevar....al fin ¿Qué es lo peor que puede pasar? Amo a Peeta. Y él me ama a mí.
Y le deseo. Aunque la idea hace sonrojarme de pena, como si fuera algo malo desear a otra persona.
Por fin nos topamos con las escaleras.....
¿Qué es lo peor que puede pasar?¿Qué puede ser?
Un sonido nos interrumpe, cortando el ambiente apasionante. Arruinando todo.
El timbre y tres llamados a la puerta.
-Por el amor de....-mascullo.
Peeta y yo nos volvemos hacia la puerta al mismo tiempo que se oye que la golpean con el puño de nuevo.
-¿Quién crees que sea?-pregunta en un susurro.
-Si es Haymitch.... no sé si podré contenerme y no tirarle la botella de lo que sea que esté bebiendo en la cabeza.....
Vuelven a tocar.
-Será mejor que veamos quién es....- me baja y se aproxima a la puerta.....pero cae en la cuenta de que está desnudo del torso para arriba.
-Yo abro- digo- Ve por tu playera y póntela, mejor- le indico.
-Claro- se sonroja, pues tal parece que se había olvidado de ese pequeño detalle.
Peeta desaparece. Yo me peino un poco el cabello, ya que está hecho un desastre, y cuando siento que está pasable, tomo el picaporte para abrir la puerta.
La luz de la tarde me coge desprevenida.....¿Tan rápido pasó el tiempo?Pero si era mañana hace apenas nada.....
De momento, veo a la persona que está parada en el umbral. Se me olvida todo lo que andaba pensando hace no más de un minuto.
Por que su sonrisa, ladeada y burlona no me deja concentrarme.
-¿Qué?¿Qué estás haciendo aquí?- le digo, arrugando el entrecejo.
A lo que ella contesta.
-Hola también a ti, descerebrada.









¡Apuesto a que ya saben quién es!
CHAN CHAN!
El siguiente capítulo va dedicado a esa personita especial que apareció de importuno en la puerta!




Ah, tributos....entonces ¿Qué me dicen del capítulo?

¿Les gustó?¿Les enamoró?♥¿Les aburrió?¿Lo odiaron?¿Sí?¿No?
¡Decidme lo que quieras en los comentarios!♥
Contarme qué les pareció, anda, anda...


Espero que el capítulo os haya gustado!♥


Me tengo que ir. No olviden que nos veremos el sábado ;)

Les deseo una buena semana, día, lo que sea :)♥
Mil besos y azucarillos para ustedes, mis lectores!
Chao



                                            Con Cariño♥

                                                           Vuestra Escritora♥
                                                                              Meena♥