miércoles, 2 de enero de 2013

Capítulo 3

Hola! Nuevo año , Nuevo capítulo! Qué tal su 2013? ¿ehh?....
Ahh Yo recuerdo el 2012 como si hubiera sido antier..jajaja ok no  lo oí decirlo a mi primo y no se me ha quitado de la cabeza jajaja :9 
Me costó un poco de trabajo hacerlo, no encontraba muy bien las palabras, pero con todo mi esfuerzo y las quemadas de cerebro espero que les guste. Lo hago de todo corazón de mí para ustedes. :)
Recién salido del horno! El capítulo 3! Disfrutad! :D

           3-De nuevo en sus brazos



Los segundos siguen pasando y yo sigo inmóvil.
Mi cuerpo permanece rígido mientras mis amargos pensamientos me llenan la mente.
Todavía tiene la pala en la mano, sus ojos curiosos,que me miran con atención, se encuentran con los míos.
-Hola, Katniss- dice finalmente al ver que yo seguía sin hablar.
-Hola- susurré muy bajo. 
Unas ganas poderosas de ir corriendo hacia él me recorren por el cuerpo, como una corriente eléctrica.
Me limité a  dar un paso pequeño, no estoy segura si ya esta curado y si no es así no quiero saber cómo acabaría esto.
Camino lentamente en su dirección mientras empieza a hablar:
-El Dr. Aureluis no me dejó irme del Capitolio hasta ayer. También él me dijo que no puede pretender que te está tratando por siempre. Tienes que contestar el teléfono.

Es cierto. El fastidioso timbre del teléfono no ha dejado de sonar. No contesto porque nunca tengo humor para hablar con el Dr. Aureluis; en realidad, nunca tengo humor para hablar con nadie. Llegué a arrancar el largo cablecillo, desconectando el teléfono, así pude sumirme en lo profundo de mi mente al menos sin ningún otro molesto ruido. Sae volvió a conectarlo, y así estuvimos unos cuantos días hasta que me cansé de mis fallidos intentos por deshabilitar  el teléfono.  Sigue sonando pero me he llegado acostumbrar al grado de que ya no lo oigo más.
Mis pies se detienen a medio metro de él . Sigo pensando que me  encontraré al chico que me atacó en el hospital del Distrito 13, al que deseaba verme muerta
Reflexiono en lo chistoso de ese pensamiento, no culparía a cualquier persona que deseara verme muerta, después de todo lo que causé.
Él se mantiene firme, <<Controlándose>> susurra mi mente, esperando a que yo hable. 
Clavo la vista en el barro tratando de evitar cualquier mirada suya,tal vez dudando de su autocontrol....o del mio....
 Entonces las veo.
En una esquina, hay unas pequeñas flores, pero no cualquier flor, son unas delicadas prímulas que centellan a la luz del sol.
Mi vista se vuelve a la pala en su mano y por último se detiene en su rostro. Ahora lo entiendo.
-Fui al bosque esta mañana a desenterrar éstas. Para ella-dice  mientras entierra la pala en el barro-Creo que hay que recordarla así- agrega.
De momento, las ansias de tenerlo entre mis brazos se vuelven a apoderar de mí. Respiro hondo, conteniéndome.
 Todo esto falla, porque un minuto después me estoy lanzando sobre él.
Nos tambaleamos unos segundos, manteniéndonos en equilibrio para no caer, ya que lo tomé por sorpresa, pero después él  envuelve  sus brazos sobre mi cuerpo que esta aferrado al suyo.Le rodeo el cuello con mis delgados brazos y apoyo mi cabeza sobre su hombro. 
Hace tanto tiempo que no sentía su calor, sus brazos, que fueron los únicos en donde siempre me sentí segura. Inspiré para inhalar al máximo el dulce aroma que desprendía de él. Ese olor a pan recién hecho que tanto extrañaba, que siempre me recordaba sólo a Peeta. 
Lo apreté más contra mi sintiendo que en algún momento lo iba a terminar estrangulando,  pero no importa por que no quiero que se vaya de nuevo de mí, dejándome otra vez  en las sombras.
Estamos en silencio, los suaves sonidos del paisaje son lo único que se oye y por increíble que sea, solo por un rato, se me olvida el mundo real, en donde solo hay tristeza y agonía.
Floto en una nube, donde Peeta está a mi lado. Pienso que no todo está perdido, que podemos volver a renacer como los dientes de león en primavera, he encontrado la esperanza, que ya la daba por perdida ya hace mucho tiempo, esa esperanza que solo Peeta me puede ofrecer.
Me concentro hasta escuchar los latidos de mi corazón, que me pareció que se iba a terminar conviertiendo en algo sin vida. Pero eso fue antes de...ésto...
- Te he echado de menos- una lágrima me recorre la mejilla mientras se lo susurro.
-Yo también, Katniss, mucho más de lo que te imaginas.
Me separo un poco de él, viéndole a los ojos, dejándome hipnotizar por ellos y unas nuevas ganas me nacen desde el interior de mi cuerpo.

Las ganas de besarlo.





2 comentarios:

  1. que lo bese, que lo bese!!! :D
    parezco una niña pequeña, pero quiero que lo bese ñ.ñ

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  2. me dejaste sin palabras me encanta!!!!

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